Se ha consagrado un nuevo campeón mundial de Fórmula 1. Lando Norris se alzó con su primer título en un final de temporada tras acabar tercero en el Gran Premio de Abu Dhabi. A pesar de que su principal rival, Max Verstappen, se llevó la victoria y protagonizó una de las remontadas más impresionantes en la historia del deporte motor, el podio de Norris en Yas Marina fue suficiente para asegurar la corona por un estrecho margen de tan solo dos puntos; publica MILENIO.
El británico, visiblemente emocionado en la radio y con lágrimas en los ojos, cruzó la meta para desatar los festejos en el garaje de McLaren, logrando el primer campeonato de pilotos para el equipo desde Lewis Hamilton en 2008. Así, Norris salió victorioso en un final que involucró a tres pilotos, imponiéndose a Verstappen y a Oscar Piastri, su compañero de equipo en McLaren, pese a que este dúo terminó por delante de él en la carrera.
Las claves de su éxito
El campeonato de Norris fue producto de la consistencia y la capacidad de aprendizaje a lo largo de una temporada de 24 carreras, superando a sus dos rivales con el uso de la estrategia y las matemáticas.
En un inicio, Norris tomó la primera ventaja con un triunfo en Australia, pero Piastri tomó la delantera al capitalizar errores de Norris, incluyendo una mala salida en Bahréin y un accidente en la clasificación en Arabia Saudita, ambas con triunfo del australiano. Cuatro victorias en las seis primeras rondas (Shanghái, Sakhir, Yeda y Miami) pusieron a Piastri en lo más alto de la clasificación.
Sin embargo, Norris cambió las cosas al combinar su velocidad con consistencia y confianza. Un ligero ajuste en la configuración del coche le proporcionó mayor comodidad y confianza, lo que culminó en una brillante victoria en Mónaco. Pese a un error significativo en Canadá al colisionar con Piastri, lo que obligó su abandono, Norris demostró resiliencia.
El británico revirtió la situación al ganar en Austria, Gran Bretaña y Hungría, con Piastri ganando en España, Bélgica y Países Bajos, en donde llegó a tener una ventaja de 104 puntos con Verstappen. Pero una racha de seis carreras consecutivas de Norris por delante de Piastri —incluyendo la victoria en la Ciudad de México y São Paulo— lo encaminaron al éxito.
De hecho, la victoria en México le dio el liderato del campeonato por primera vez desde abril. A pesar de la doble descalificación en Las Vegas por un inusual error técnico del equipo, y un error de estrategia en Qatar, Norris llegó a la última carrera con una ventaja de 12 puntos sobre Verstappen, quien antes de Zandvoort solo había ganado en Suzuka e Imola, hasta que tuvo un cierre que incluyó los triunfos en Monza, Bakú, Austin, Las Vegas y Lusail.
Mantuvo la calma
La capacidad de Norris para corregir sus errores de principios de temporada y su madurez bajo presión fueron fundamentales para evitar que Mad Max concretara su remontada.
En Abu Dhabi, Norris arrancó desde la segunda posición y solo necesitaba un puesto en el podio para coronarse. En la largada, Norris fue adelantado por Piastri; y en la vuelta 23, tuvo un duelo directo con Yuki Tsunoda, que intentaba frenarlo. El ingeniero de carrera de Norris, Will Joseph, calificó la maniobra de defensa de Tsunoda como “una típica tontería de Red Bull”, insinuando una táctica para favorecer a Verstappen, quien necesitaba que Norris terminara cuarto o peor para ganar el título.
Norris intentó adelantar a Tsunoda, quien hizo varios cambios de dirección, lo que forzó a Lando a superar la línea blanca con cuatro ruedas para evitar un choque. Los comisarios apuntaron el incidente y decidieron que Norris se vio obligado a salir de pista ante aquella agresiva defensa del japonés, por lo que este último fue sancionado con cinco segundo, mientras que el de McLaren no vio un castigo que resultó vital en sus aspiraciones.
A pesar de que Verstappen no tuvo dificultades para llevarse su victoria 71 en la categoría y no hubo una polémica orden de equipo para que Piastri cediera su puesto, la estrategia fue puntual y los puntos bastaron para cumplir el objetivo.
Así, Lando Norris cumplió uno de los sueños que tenía con el equipo que le dio la oportunidad de pertenecer al Gran Circo en 2019. Siete campañas después, el británico silenció a sus críticos y se unió al grupo de campeones de la Fórmula 1.
Imagen portada: MILENIO



