El Consejo Nacional de Comercio Exterior (Comce Noreste) consideró que la recién aprobación del nuevo paquete arancelario por parte del Gobierno de México y que entrará en vigor a partir de 2026, envía una señal clara sobre la intención nacional de fortalecer su mercado interno, ordenar sus flujos comerciales y reducir desequilibrios que afectan la competitividad regional; publica MILENIO.
Javier Cendejas Meneses, presidente de Comce Noreste, señaló que si bien la medida no está dirigida a los países socios del Tratado comercial con América del Norte, “sí envía una señal clara sobre la intención de México de fortalecer su mercado interno, ordenar sus flujos comerciales y reducir desequilibrios que afectan la competitividad regional. Una base industrial más sólida permite a México llegar a la revisión del T-MEC con mayor fortaleza y capacidad de negociación dentro de América del Norte”.
Asimismo, dijo que el efecto de esta medida dependerá en gran forma de su correcta implementación.
Al mencionar que este nuevo escenario, el cual debe entenderse como parte de una estrategia más amplia de política industrial y comercial, indicó:
“La coordinación entre Gobierno y sector privado será clave para maximizar los beneficios de los aranceles, mitigar riesgos inflacionarios y aprovechar oportunidades como el nearshoring y la integración regional. México enfrenta el reto de proteger su industria sin perder apertura comercial, y el equilibrio entre ambos objetivos será determinante para el crecimiento económico y la competitividad del país en los próximos años”.
Y es que el paquete arancelario contempla la aplicación de aranceles que van del 5 por ciento hasta el 50 por ciento a más de mil fracciones arancelarias, principalmente de productos provenientes de países con los que México no mantiene tratados de libre comercio, entre ellos China y diversas economías asiáticas.
Mencionó que desde la perspectiva del comercio exterior, estos aranceles impactan de forma directa a sectores estratégicos de la industria nacional como el textil, confección, calzado, muebles, plásticos, acero, aluminio y algunas ramas de autopartes.
El dirigente de los exportadores apuntó que se trata de industrias que en los últimos años han enfrentado una fuerte presión por la entrada de mercancías a bajo costo, muchas veces asociadas a prácticas de subvaluación, triangulación o competencia desleal, lo que ha reducido márgenes, afectado la rentabilidad de las empresas formales y generando pérdida de empleos en distintas regiones del país.
Cendejas indicó que en términos de repercusiones económicas, el ajuste arancelario puede generar efectos mixtos: por un lado, eleva el costo de ciertas importaciones y obliga a las empresas a revisar sus cadenas de suministro; por otro, abre una ventana de oportunidad para fortalecer la producción nacional y reactivar proveedores locales.
Imagen portada: Aracely López / MILENIO



