Por Carlos Chavarria Garza
Hemos sustituido la realidad material por la comodidad de la ficción política. En lugar de enfrentar los dilemas existenciales de nuestro tiempo —desde el colapso ambiental hasta la desigualdad sistémica en diversos ordenes—, nos enfrascamos en disputas ideológicas que, en esencia, son cortinas de humo para el mantenimiento del statu quo. Esta adicción a las narrativas artificiales ha creado una ceguera colectiva, perpetuando un sistema que ignora los límites físicos más elementales del planeta.
Basta repasar las noticias cotidianas para percatarnos de que la civilización contemporánea opera bajo una cruel paradoja que nos condena a la inercia recursiva hacia el pasado. A pesar de poseer un vasto conocimiento sobre los límites planetarios y las fallas históricas de sus estructuras, persistimos en aplicar soluciones que ya han demostrado su poca efectividad.
Nos encontramos atrapados en un «Bucle de Escher» sociopolítico, una representación de la ilusión de progreso y cambio que, mediante una geometría engañosa, nos devuelve sistemáticamente al mismo punto de partida. La historia forzada por los mismos hegemonismos se repite, vestida con nuevos ropajes y distintos rostros, pero sin una visión genuina de un futuro mejor sino de la perpetuacion del pasado.
El motor de este bucle son las Narrativas Emotivas Ocurrentes, pero Vacías. Las ideologías modernas y sus disputas no están diseñadas primariamente para afrontar problemas existenciales, sino para asegurar la supervivencia y el mantenimiento del poder de las burocracias. Al apropiarse de los instrumentos de control, estas élites garantizan la vigencia de dilemas ideológicos inexistentes, fabricando conflictos que desvían la atención de los problemas sistémicos reales.
El debate se convierte en un espectáculo que garantiza la inercia estructural, manteniendo vigentes los ciclos de auge y crisis que han caracterizado la evolución social y que, como analiza David Harvey con su concepto de Fijación Espacio-Temporal, son resueltos periódicamente a través de la expansión capitalista que solo pospone el colapso.
Esta adicción por las narrativas artificiales nos ha vuelto ciegos ante los límites físicos más visibles. El más dramático ejemplo del abasto de agua dulce lo ilustra: mientras el planeta nos muestra cotas irrefutables, la reflexión social concluye, amargamente, que la amenaza de violencia será el mecanismo final para resolver el conflicto de la demanda.
Confiamos en refinamientos tecnológicos que, sin control de propósito, solo aceleran la crisis. Esta conclusión fatalista revela el fracaso ético y de diseño de un sistema que prefiere la confrontación antes que la cooperación y el cambio estructural, reforzando la tesis de Ulrich Beck sobre la Sociedad del Riesgo, donde los peligros son un subproducto del propio progreso industrial.
La Salida: Diagnóstico Sistémico y Diseño Regenerativo
La clave para romper este ciclo destructivo reside en cambiar la manera en que percibimos la realidad. Necesitamos el Pensamiento Sistémico como herramienta de diagnóstico. Este enfoque nos obliga a ver la totalidad de un fenómeno y las interconexiones entre sus partes, trascendiendo la causalidad lineal que solo aborda síntomas. El Pensamiento Sistémico, tal como lo articuló Donella Meadows, desenmascara el bucle al identificar que el origen del problema no está en la ideología, sino en la estructura de incentivos perversos que deben ser localizados para presionar los puntos de apalancamiento del sistema.
Una vez diagnosticada la estructura fallida, se requiere un nuevo propósito de diseño: la Economía Regenerativa. Este marco supera el objetivo pasivo de la sostenibilidad al buscar reparar y mejoraractivamente los sistemas ecológicos y sociales. La Regeneración propone soluciones que niegan el dilema de la escasez, tales como invertir en la regeneración de suelo en las cuencas y aplicar la innovación con propósito para cerrar los ciclos de agua. Mediante la conciencia plena de los costos consecuenciales (True Cost Accounting), este diseño se alinea con el marco de los límites planetarios propuesto por Kate Raworthen su modelo de la Economía del Donut, buscando la salud ecosistémica sobre la mera extracción.
La Condición: Reparación Social y Empoderamiento Autónomo
Sin embargo, este plan de diseño debe ser cauteloso. La historia nos ha enseñado que los términos de cambio social, como la «justicia social», pueden ser fácilmente instrumentalizados para vender soluciones populistas que solo congelan la dependencia y refuerzan el poder burocrático. La verdadera Reparación del Tejido Social debe, por lo tanto, enfocarse en el empoderamiento real y la autonomía de la sociedad, desmantelando los mecanismos de control burocrático.
Esto exige una Justicia Regenerativa que no se centre en la redistribución asistencialista, sino en la restitución de activos productivos y la descentralización del poder.
Se debe devolver la capacidad de toma de decisiones sobre los recursos, como la gestión de cuencas, a las comunidades de base, negando el monopolio de la burocracia, tal como demostró Elinor Ostrom en su análisis de la gobernanza de los bienes comunes.
La Justicia Transicional debe, además, confrontar la verdad y reformar las instituciones de control para que dejen de ser instrumentos de violencia de todo tipo, en la que las instituciones juegan un papel muy importante.
Así las cosas, el reto final no es ideológico, sino un desafío de voluntad, diseño y justicia. La salida del Bucle de Escher exige una acción simultánea y coherente: usar el Pensamiento Sistémico para ver la realidad, adoptar la Economía Regenerativa como plan de diseño y construir la resiliencia social a través del Empoderamiento Autónomo. Solo cuando la sociedad sea dueña y responsable de sus decisiones y sus activos, y sus sistemas estén diseñados para la vida y no para la extracción per se, podremos construir una civilización que no esté condenada a repetir su propia y agotadora historia.
Referencias
Beck, U. (2007). World risk society (M. Ritter, Trad.). Polity Press. (Obra original publicada en 1999).
Beck, U. (2023). La sociedad del riesgo: hacia una nueva modernidad (J. Beltrán, Trad.; 4ª ed.). Paidós. (Obra original publicada en 1986).
Harvey, D. (1990). The limits to capital. Blackwell. (Obra original publicada en 1982).
Harvey, D. (2004). La condición de la posmodernidad: investigación sobre los orígenes del cambio cultural (C. Montalbetti, Trad.). Amorrortu Editores. (Obra original publicada en 1989).
Harvey, D. (2003). Spaces of hope. University of California Press.
Meadows, D. H. (1997). Points of intervention: Leverage points to change the world. Sustainable Systems. donellameadows.org
Meadows, D. H. (2008). Thinking in systems: A primer (D. Wright, Ed.). Chelsea Green Publishing.
Ostrom, E. (1990). Governing the commons: The evolution of institutions for collective action. Cambridge University Press.
Raworth, K. (2017). Doughnut economics: Seven ways to think like a 21st-century economist. Chelsea Green Publishing.



