Las lesiones son casi inevitables, pero no dejan de ser lamentables. La de ligamento cruzado anterior (LCA) es, junto con las conmociones cerebrales, una de las más comunes en la NFL actual; publica MILENIO.
En el reporte de lesiones de este año, hay 32 casos por rotura de LCA, 17 ocurrieron esta temporada. Dos de los más recientes también fueron de los más mediáticos: Patrick Mahomes y Micah Parsons. El quarterback de Kansas City Chiefs corría hacia la banda hasta que fue tacleado; el ala defensiva de Green Bay Packers perseguía a Bo Nix hasta que su pierna se atoró en un movimiento. Ambos sufrieron la lesión en la rodilla izquierda.
En un caso hubo contacto y en el otro no. Ambos se sometieron a un proceso quirúrgico para sustituir el tejido desgarrado por un injerto —ya sea originario del tendón rotuliano o de los isquiotibiales— fijado en el fémur y la tibia por medio de túneles óseos. Sigue la rehabilitación, que puede tomar nueve meses o más, en el que se controla la inflamación, se recupera la movilidad, se fortalece el cuádriceps de forma progresiva y se hace un entrenamiento de propiocepción y readaptación al ritmo deportivo. Es una lesión que todos podemos sufrir, ya sea en el deporte profesional, amateur o en la vida diaria.
“El movimiento de la rodilla es exclusivamente de flexión y extensión. No hay otro movimiento de rotación. Cuando tú tienes un movimiento forzado de la rodilla que el ligamento no soporte, éste se rompe. Ya sea en el futbol americano, en otro deporte o incluso en donde haya gran exigencia, el jugador corre y hace un cambio de dirección en el que se planta el pie, y si hay un golpe y gira lo demás, ese es el momento exacto en el que se rompe el ligamento”, explicó a MILENIO-La Afición el Dr. Gustavo Arellano Álvarez, certificado en medicina del deporte, además de responsable del servicio médico del programa de futbol americano del IPN y de la Federación Mexicana de Futbol Americano.
¿Afectan las superficies?
Mucho se ha hablado de si el césped artificial (turf) ha sido un factor para que aumenten estas lesiones. Se argumenta que tiene alta tracción rotacional y falta de cesión mecánica ante el estrés físico, lo que provoca que el pie pueda anclarse de forma rígida y la energía del movimiento no se disipa, sino que se transfiere de forma directa a las articulaciones, lo que aumenta el riesgo de las lesiones de tejidos blandos sin contacto.
De los 30 estadios de la NFL, 13 tienen turf, aunque las de Mahomes y Parsons ocurrieron en césped natural. La Liga asegura en sus estudios que no hay diferencias en superficies, aunque el debate seguirá. “Es evidente que hay más fricción en una superficie sintética, y eso puede generar al momento exacto de la ruptura o ir debilitando el ligamento en los cambios de dirección bruscos”, comentó el Dr. Rodrigo Gutiérrez Corona, especializado en Cirugía Ortopédica y Traumatología Deportiva.
La prevención
El Dr. Gutiérrez dice que lo ideal sería tener una coherencia entre la musculatura y el cuerpo, algo difícil para los atletas, donde la hipertrofia muscular es clave. El problema es que los ligamentos no crecen, por lo tanto, parte de la rehabilitación incluye la propiocepción, que es “la información que le dan nuestras articulaciones al cerebro con respecto a la posición del cuerpo”, por lo que los fisioterapeutas deben mejorar la propiocepción para que el cerebro cuente con esta información desde músculos, tendones y articulaciones.
El doctor Gerardo Meraz, quien trabajó en los servicios médicos de Cruz Azul, señala que debe darse un seguimiento especializado a cada jugador, y aquellos que regresan con menos tiempo del debido pueden agravar sus molestias. Hay casos de quienes presentan esguinces o lesiones en los isquiotibiales que no tienen el debido proceso y regresan a la actividad prematuramente. Esto se pudo ver en la NBA con Klay Thompson, quien jugó en Las Finales de 2019 y sufrió una rotura de ACL que lo tuvo fuera dos años.
“Muchos jugadores traen fatiga muscular, no descansan bien, no tienen un porcentaje de recuperación adecuada de su cuerpo, y no se cuidan después de los entrenamientos en su casa. Se le debe dar mucha importancia a la neuroconectividad al dormir, al descansar adecuadamente y a cuidarse fuera del equipo. Es muy importante para evitar lesiones”.
Imagen portada: MILENIO
