Por Obed Campos
El término “aguantar vara”, dice la Internet, proviene del léxico de la fiesta taurina, porque “se dice que un toro aguanta muy bien la vara (del picador) cuando se defiende de las embestidas… y además se lanza hacia adelante).
Esa voz, la de “aguantar vara” es de uso muy común en nosotros los hispanoparlantes y se usa para recomendar paciencia ante la adversidad.
Buen ejemplo del llamado a la paciencia que hacen los comerciantes del abatido Laredo, Texas, en un desplegado que se da a conocer hoy en periódicos de Monterrey:
“Aguanten… Sí, sabemos que ya quieres venir, pero la pandemia sigue presente y no podemos arriesgarte, por eso te pedimos que resistas un poco más. Divirtiéndonos todos desde casa, podremos salir adelante… No desesperes, Laredo sigue aquí con toda su diversión esperando tu regreso…”
¿Cuánto llevarán perdido McAllen y en este caso Laredo? Millones de dólares…
Acá en México, en Nuevo León, concretamente, el gobierno debería de imitar la propaganda y lanzar una campaña que llame al aguante.
Lo digo por el a veces insensato regreso a aulas, “sí o sí”, que causa (otro) enfrentamiento entre la autoridad estatal y la federación, ya que el gobierno federal sigue montado en su macho e insiste en que los alumnos regresen a las aulas en agosto, mientras en Nuevo León aun no hay fecha para el regreso.
“Los padres de familia y los niños ya quieren el regreso a las escuelas, pero no estamos en condiciones para ello”, dice Jaime Rodríguez Calderón, mientras que el presidente López, como siempre es tajante: “Va a iniciar el nuevo ciclo escolar a finales de agosto, llueve, truene o relampaguee”.
Vale una pura y dos con sal el riesgo sanitario para los niños y sus familias, el “Colectivo Abre Mi Escuela” afirma que los menores no pueden estar otro año más con clases a distancia y anuncia que van a protestar.
Y es que en México hay que armarla de tos, que algo queda al final. O así piensan muchos.
