Por Obed Campos
Esta madrugada de principios de septiembre no fue tan fresca, porque estuvimos a 29 grados la mayor parte del tiempo, y contrario a mis costumbres me desperté a eso de las 5:00 am para entre otros quehaceres, leer las secciones locales de los periódicos de Monterrey.
Quería escribir algo del informe sobre el estado de El País de las Maravillas, o más bien, de alguna nación nórdica europea que nos espetó ayer López Obrador, pero me estrujó el corazón, más que las “fantasías lopinas”, la expulsión que realizó el gobierno municipal de San Pedro Garza García de 8 familias del casco de ese municipio.
En el colmo de la prepotencia de un alcalde que de plano le pega al dictadorzuelo, las huestes de Miguel “Lord Farquaad” Treviño, desalojaron de sus hogares a esas familiares, por las obras de ampliación de la avenida Vasconcelos entre las calles Corregidora y Jiménez.
Para los que no sepan quien es Lord Farquaad, les recomiendo una de dos: o ver la primer película animada de Shrek, que no tiene desperdicio y si no se tiene tiempo leer Wikipedia, que dice de ese personaje “es el bajo gobernante de Duloc obsesionado con la perfección, antagonista de la primera película (de Shrek). Expulsó a todas las criaturas fantásticas de su reino porque no encajan en su idea de un mundo perfecto…”.
Dígame usted si leyendo esa definición no le queda bien el mote a Treviño, a quien le sigue lloviendo sobre mojado, por tantos escándalos de su pésima administración.
Y si bien es cierto que no se tocaron el corazón para expulsar a las familias afectadas, y que se les va a pagar la destrucción de sus propiedades a precio comercial y que se podrán quedar con lo que resta de los terrenos, nadie dijo bajo qué techo iban a dormir anoche.
Entre los desalojados iba gente de la tercera edad y enfermos, pero, como Lord Farquaad, Treviño, amante de la perfección, tiene corazón de piedra.
Y siguiendo con el otrora municipio modelo de México, ante la detención de 10 elementos de la policía local involucrados en un secuestro, José Dávalos Siller, secretario del Ayuntamiento, minimizó los hechos y aclaró que la administración de “Lord Farquaad” Treviño no está exenta de tener malos elementos en la su policía.
“(Los sampetrinos) siguen viviendo en el municipio más seguro, como dije, no estamos exentos de que se presenten situaciones e incidentes de inseguridad, pero estamos trabajamos para ello, para brindarles a nuestros policías condiciones para que estén más preparados”, dijo Dávalos Siller.
A Dávalos Siller le parece poco que una decena de elementos (o tal vez más) entregaran a un ciudadano que les pedía auxilio, a miembros de la delincuencia organizada.
¿Y qué piensa “Lord Farquaad” de todo esto?
Su proceso mental es todo un misterio, porque ha de decir (en su enanez) que calladito se ve más bonito.