Por José Jaime Ruiz
Es una gran noticia la construcción de las líneas 4 y 5 del Metro que iniciarán, según el secretario de Movilidad, Hernán Villarreal, en junio del próximo año y que costarán 19 mil millones de pesos. Asegura el secretario: “Nosotros estamos considerando ese costo como un costo paramétrico resultado de las tecnologías que se han estado dando. Si nosotros consideramos los 2 mil 600 (millones etiquetados para el 2022) por los 6 años y le cargamos el IVA, pues creo que sí debe alcanzar o se acerca mucho”.
Donde la puerca tuerce el rabo es por el lado del tesorero Carlos Garza Ibarra, quien por ineficiencia en el sexenio pasado de Jaime Rodríguez Calderón, omitió pagar al SAT en 2016 alrededor de 4 mil 300 millones de pesos que se tienen que reponer y, en 2017, se presume, 2 mil 400 millones de pesos, cantidad cercana a los millones etiquetados para el 2022.
Los dos últimos gobernadores, el Bronco y Rodrigo Medina, prometieron mucho e hicieron muy poco, alabo el entusiasmo de Samuel Alejandro García Sepúlveda, pero una cosa es el mapa y otra muy distinta el terreno. Un ejemplo terrenal: hoy por hoy, en el aquí y el ahora, están fallando la máquinas expendedoras de boletos del Metro. Mucha gente aborda gratis y son todas las máquinas, tanto las de monedas como las de tarjeta prepagada. ¿Ya le informó esto Hernán Villarreal al gobernador?
¿Por qué están fallado? Por falta de mantenimiento. Y mantenimiento es lo que requieren las líneas del Metro, en sus estructuras, en sus dovelas, en sus carriles, en sus vagones. En los sexenios de Medina y el Bronco, el Metro envejeció aceleradamente mientras su mantenimiento se ralentizó. Bienvenidas las Líneas 4 y 5 pero, mientras el futuro nos alcanza, hay que atender los problemas del presente. Ahí te lo dejo, Samuel Alejandro, no vayamos a sufrir una tragedia.