Los ingresos de Twitter aumentaron un 24 por ciento a US$909 millones en el cuarto trimestre, frente a US$731 millones del año anterior, impulsados en gran parte por la publicidad, que representa casi el 90 por ciento de ese dinero. Los analistas encuestados por Thomson Reuters habían estimado ingresos de US$868 millones. Excluyendo ciertos gastos, como la compensación de acciones de los empleados, Twitter ganó 33 centavos por acción, por encima de la estimación promedio de 25 centavos por acción.
A lo largo del año pasado, Dorsey ha ampliado las reglas del sitio para identificar cuentas falsas, buscar señales de advertencia como fotos de perfil robadas o de stock e información de perfil engañosa. La empresa ha estado experimentando con formas de facilitar el inicio de conversaciones positivas, como tuits que incitan a los usuarios a responder preguntas sobre ellos mismos. Y en noviembre, Twitter suspendió una cuenta falsa con más de un millón de seguidores por hacerse pasar por el presidente ruso Vladimir Putin.
Pero Twitter también ha sido criticado por no hacer lo suficiente para frenar el abuso en línea. La empresa se disculpó por no responder a la amenaza que recibió un usuario de parte de César Sayoc, el hombre de la Florida acusado de enviar bombas a destacados demócratas y críticos del presidente Donald Trump. Un estudio publicado por Amnistía Internacional y el fabricante de software Element AI en diciembre mostró que Twitter puede ser un lugar tóxico para periodistas y políticos.
Para el trimestre actual, que termina en marzo, Twitter dijo que espera un ingreso total de US$715 millones a US$775 millones. Aparentemente, eso no fue del agrado de Wall Street: las estimaciones de los analistas se habían fijado en un promedio de US$762 millones.