Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
Si en Nuevo León somos primero en todo (el gobernador dixit), ahí la llevamos, ya somos segundo lugar nacional en feminicidios. ¿Y las autoridades? Pues Samuel Alejandro García Sepúlveda asegura: “Lo que puedo decir que hemos visto en estas semanas es que el problema es multifactorial, afortunadamente y lo digo con mucho cuidado y respeto, no es un tema de bandas ni de secuestro, si fuera el caso no estarían las secretarias de la Mujer y la Igualdad, estarían militares y FGR (en la conferencia). Es un problema complejo multifactorial que se agravó con el COVID, que se agravó con problemas de salud mental, de encierro, de machismo, de drogas, de desigualdad, de falta de oportunidades”.
Samuel Alejandro reduce las desapariciones también a un problema de salud mental, vaya, vaya.
Y el fiscal general de Justicia, Gustavo Adolfo Guerrero, no se queda atrás en los disparates cuando expresa: “La causa principal de las desapariciones de mujeres es por falta de comunicación entre la familia, enojos entre ellos, rebeldía de las jóvenes, porque el lapso de las edades de mujeres es de 14 a 25 años, es la mayoría de las personas, de las mujeres que se desaparecen, pero no es derivado de un delito, sino que es una decisión voluntaria”.
Ahora resulta que las desapariciones y los posteriores feminicidios son por la rebeldía de las morras, vaya vaya. En Nuevo León las mujeres y adolescentes desaparecen por problemas de salud mental y por problemas de rebeldía. Vaya, vaya con estas sesudas conclusiones.
Sí, hay problemas familiares que devienen en mujeres no localizables, lo cual le conviene a la Fiscalía, que no las califica como desaparecidas y vulnerables al feminicidio. El problema es de poder, pregunto: ¿hasta dónde están involucrados los ministerios públicos en la desaparición de mujeres y jóvenes? ¿Hasta dónde trabajan para el crimen organizado y la trata de blancas? ¿Por qué esa insistencia de que no existen bandas de secuestradores? ¿Quién investiga a los agentes investigadores y al Ministerio Público y a la Fiscalía?
Destaca el periódico Milenio: “Transcurridos los primeros tres meses de 2022, en Nuevo León se tipificaron 21 homicidios de mujeres como feminicidios, cifra que ubica a esta entidad del noreste de la República como segundo lugar nacional en dicho delito… A Nuevo León sólo lo supera el Estado de México”.
Ahí la llevamos, como nos dicen que somos primero en todo, a la vuelta de los meses seremos los primeros en feminicidios. Y todo por culpa de la salud mental de las mujeres y todo por culpa de la rebeldía de las jóvenes. Para las autoridades nuestras desaparecidas son morras loquitas y rebeldes sin causa. Esta misoginia se cuenta sola.