Por Francisco Villarreal
Hace poco, en Tampico, Tamaulipas, Dante Delgado, reaccionó de mal talante ante una reportera local. Ella preguntaba a Arturo Díez Gutiérrez, candidato emecista gobernador, por la deserción de militantes de MC que se pusieron la camiseta de sus primos de “Va por México” (PAN-PRI-PRD). Una pregunta que cualquier periodista estaría en la obligación de hacer, y ni siquiera le preguntaron a Dante. La nota es la nota. Después del dantesco desaguisado, Dante continuó con su divina comedia, y bajó a otro profundo círculo del infierno mexicano, llegó a Monterrey para… ¿celebrar?, algo sobre un “Nuevo Trato Verde”. Supongo que no se trata de un copy-paste del “The Green New Deal” que ya anda sonando desde hace una década, con virtudes y bemoles, y con sospechosísimas connotaciones actuales para México y empresarios extranjeros… ¿Renunciar a la sucia energía del petróleo para riqueza de la nación, pero a favor de las energías limpias para la opulencia de empresas extranjeras? (Vid. La UE). Debe haber un término medio en el “Green New Deal” que no involucre a entenados masiosares, ni a políticos serviles.
En este encuentro reinero, que promueve Movimiento Ciudadano, Dante no fue tan agresivo como en Tamaulipas, y pidió paciencia a los nuevoleoneses respecto a las crisis que vive el estado, sobre todo la hídrica y la de inseguridad. Suplica que les demos tiempo a Samuel García y a Luis Donaldo Colosio, para que demuestren que pueden con el reto que asumieron ante los ciudadanos. Fue amabilísima su respuesta a los medios que cuestionaban cosas más duras y críticas que la pregunta, repito, obligada, de la reportera tamaulipeca. Supongo que aquí en Monterrey, don Dante ya tenía a su Virgilio asesorándole sobre los diabólicos reporteros locales, y que, en Tampico, el buen Virgilio prefirió ir a comer una torta de la Barda que asistir a la deplorable rueda de prensa.
Es importante notar la diferencia en su actitud. Tal vez la reportera tamaulipeca no represente a un medio que interese a MC, pero la pregunta era inevitable, y la respuesta no pedida a él, en dichos y hechos, sí fue respuesta, advertencia y prácticamente amenaza para todos los medios. Me parece inconcebible que un tipo que ha evadido con éxito hasta los señalamientos más tenebrosos, se exponga al rebote de los medios ofendidos por su actitud. El factor irritante debió ser el electoral. Tal vez el candidato emecista debió ser el regañado, porque su candidatura sin alianza con “Va por México” tiene posibilidades como táctica para crear nuevos seguidores de MC no para ganar una elección (nuevo Nuevo León no es un buen ejemplo). Que de entrada “chaquetee” un grupo de emecistas, no es una buena señal para posibles simpatizantes, y es una excelente aportación a “Va por México” tanto por sus electores clientelares como por los electores indecisos. El mensaje es claro: “Movimiento Ciudadano son sus militantes, no sus líderes”. ¡Muy bien por los “desertores”! ¡Aprendan los demás!
En Nuevo León, las cosas cambiaron para Dante. Aunque el incidente de Luis Donaldo en Nueva York no dio buena prensa (ni dará en el futuro), la crítica a su gestión ha sido moderada. No digo que no sea criticable, pero normalmente la crítica ha sido informal, con trascendidos y a veces hasta necia. Me consta de medios que se lanzaron a la yugular del alcalde por temas que ni siquiera eran competencia municipal. Si acaso intentan inquietar o poner de nervios a la gente de comunicación social. Pocos medios han sido críticos incisivos, justos y bien documentados; tan pocos que se pueden asfixiar fácilmente emitiendo mareas de boletines.
En cambio, el otro emecista, el gobernador Samuel García, perdió piso frente a situaciones graves y urgentes que se han diferido o tratado con mucho desaseo. Su equipo de comunicación social ha tenido si acaso un solo acierto: bajarle la presencia, frecuencia y volumen al Secretario de Seguridad. El gobernador se basta solo para cometer imprudencias. El aparentemente sólido imperio de las Redes Sociales se desmorona. La paciencia que pide Dante en este caso sólo nos impacienta más. El entreguismo de Samuel ante el gobernador de Texas, nos compromete en una estrategia electoral ¡extranjera!, y nos involucra en la estrategia nacional sobre el comercio y la seguridad fronteriza… y a Tamaulipas, y a Coahuila, y a Chihuahua.
No quiero ni hablar de seguridad, desapariciones, feminismo y feminicidios en Nuevo León. Las palabras de Fasci, ahora sospechosamente discreto, fueron evidencia de la poca seriedad con la que se toman esas cosas en el gobierno estatal. Para empezar, porque no reaccionan ante cada problema generalizado, sino ante la viralización de hechos específicos. Con la muerte de la joven Debanhi, el enrarecimiento de las investigaciones ya no suena tan raro cuando no se cuestiona una muerte sino la vida privada de la difunta y, de paso, así se desvirtúan las protestas que exigen justicia no sólo para la chica sino para todas las desapariciones y homicidios vinculados a ellas. La Justicia no se hace con juicios morales.
En la crisis por la falta de agua, no veo ninguna acción firme para paliarla a corto plazo, ni para remediarla a mediano y largo plazos. Los cortes y reducción de presión son razonables, la campaña para el buen uso del agua es razonable; sí, pero no es parejo. La emergencia está en el consumo doméstico, y el de comercios donde es imprescindible, y el de uso agropecuario, y el de industrias donde el agua sea un proceso necesario no un producto procesado (¿O debo saciar mi sed con un refresco embotellado y bañarme con agua purificada de garrafón?). Si Samuel se ha auto promovido como un gran negociador, ¿por qué no lo hace ante la federación con apoyo de los dizque constitucionalistas diputados locales y los circenses legisladores federales? ¿Por qué no exigir que se impongan limitaciones o hasta cancelaciones temporales a industrias que desperdician agua en sus procesos o que procesan agua para vendérnosla mucho más cara? Yo puedo resignarme a no tomar mi six de fin de semana… Total, hago tepache, que con estos calores fermenta bastante rápido. Y ando investigando cómo hacer Kvas. Convaleciendo de mis achaques leyendo a Gogol y sus cosacos bebiendo kvas como cosacos, ya me dio de “esa” sed. Ojo, no me censuren. Nikolái Vasílievich Gogol y kvas son ucranianos… y rusos, de Málorosiya (la vieja Rusia menor).