Por Obed Campos
De tu alpiste me cansé, dice la popular canción de José María Napoleón en voz del inmortal José José… ¿Y del agua? ¿El pájaro de esa jaula se habrá cansado del agua?
La melodía viene a mi memoria por aquello de las obras truncas, como el acueducto Monterrey-Pánuco o el mismo super aeropuerto que fue sustituido por una suerte de central de autobuses.
¿Cómo enmendar los errores de las administraciones pasadas y restregárselas en la cara? Fácil: ejecutando los proyectos pendientes a menor precio, como dicen ahora que puede ser lo del acueducto sin que se tengan que repartir las migajas del pan.
Y no eran (¿o no son?) migajas sobre las cuales iba, obviamente, el Grupo Allende, encabezado por ¿el empresario? Gustavo Cavazos Marroquín, que era el ganón de tooooooooodas las obras en administraciones pasadas…
Pongo entre signos de interrogación la palabra empresario, porque ese sujeto es más un traficante de influencias que un hombre de trabajo.
Pero bueno, la cerrazón a querer borrar el pasado de un plumazo la pagamos los ciudadanos. Y ahora que ya llovió y que agarraron agua los arroyos, júrelo que el gobierno va a jugar al olvido popular de la terrible crisis que nos recetó la sequía… Y también la mala decisión de cancelar el acueducto.
Porque no se puede tapar con un dedo el sol y ya ve usted que cancelar las obras de las pasadas administraciones, por sospechas de corrupción sale más caro: ahí está el frustrado penal de Mina, Nuevo León o el mismísimo aeropuerto de Texcoco, obras que eran imprescindibles y, perdón, pero fueron sustituidas como quien edifica un tejabán cuando lo que se tenía que construir era un penthouse.
La aplicación de la justicia no es como la barbacoa, que de lengua me como un plato…
Si deveras hay voluntad de realizarla, la justicia, para las arcas del gastado pueblo mexicano, al menos en ese rubro, pues le aseguro que checando las adjudicaciones del tal Grupo Allende (que aunque lo presuman, no paró en la administración de El Bronco) no hay un solo renglón derecho y no se requiere de la contratación de auditores egresados de Harvard para encontrar las mañas.
A ver, chéquenle y de paso, pueden cantarle a Cavazos Marroquín y al nefasto Grupo Allende (y a otros amigos que les acompañan) una de las estrofas finales de la canción que nos ocupaba:
Vete a volar a otro cielo
Y deja abierta tu jaula
Tal vez, otro gorrión caiga
Pero dale de beber…
EN SAN PEDRO… TAMBIÉN HACE AIRE
Tantos baños de pureza que se dan en la administración de Miguel Treviño de Hoyos, alcalder de San Pedro, queda por tierra un día sí y otro también.
El domingo detuvieron por manejar en estado de ebriedad completa a Virginie Kastel, encargada del Centro Cultural Fátima, quien cayó en un filtro de la antialcohólica.
Claro que la funcionara logró evadir el castigo con una llamada de su jefa, Martha Sañudo, la “Secretaria de Cultura y Educación, de San Pedro Garza García. Profesora del ITESM. Doctora en Filosofía y Teóloga…” de acuerdo a su perfil en Twitter.
Y eso que de acuerdo al sacrosanto calvo, alias Miguel Treviño, hay cero tolerancia y cero tráfico de influencias…