Por Francisco Tijerina Elguezabal
Ya hemos dicho que resulta imposible gobernar por decreto o con buenos propósitos, pero diese la impresión de que uno pregona a mitad del desierto o el océano, porque por igual, funcionarios jóvenes que los más viejones, insisten en emprender acciones “de puro pico”.
Una de las principales ofertas del tiempo en que era candidato Samuel García fue la de resolver el añejo problema del transporte público y muchos creímos que así sería porque tenía a su lado a Hernán Villarreal; incluso cuando Hernán declinó a la posibilidad de ser secretario General de Gobierno para centrarse en el tema de movilidad, pensamos “esto va en serio”.
Sin embargo, la capacidad de Hernán como funcionario público es inversamente proporcional a su conocimiento del tema de transporte, es decir, le conoce un montón al transporte, pero por una o mil razones no puede gestionar ni hacer fluir las cosas y así ni los nuevos camiones, ni el mantenimiento del Metro, ni las nuevas líneas, ni las mejoras a los taxis, ni nada de nada.
Otro viejo conocido de la afición, funcionario con antecedentes y suficientes canas, es Alfonso Martínez Muñoz, secretario del Medio Ambiente, quien la semana anterior nos demostró el nuevo estilo de gobernar al declarar que se reunió con empresarios del transporte urbano, de carga y manejo de residuos y acordaron renovar la flota vehicular para mejorar el ambiente.
Habría que explicarle al funcionario que para mejorar el ambiente que trae el gobierno se requiere por lo menos que traigan a Shakira.
A ver, el pésimo servicio del transporte público comienza por la falta de unidades, mismas que los prestadores del servicio han retirado ante la negativa del gobierno de, por años, no autorizar un incremento en las tarifas; así, han ido sacando de la circulación las unidades que ya no pueden reparar y las dejan para tomar refacciones, porque no tienen dinero para comprar nuevos camiones.
Amén de que los chorro mil camiones que anunció el gobierno no han llegado, ¿de dónde van a sacar dinero los transportistas para renovar su flota? ¿cómo pueden hacer un compromiso con un banco si no tienen clara la forma en que cobrarán cuando –algún día– puede implementarse el sueño guajiro de Hernán Villarreal del pago por kilómetro?
Perdón si no le digo “Don Alfonso”, pero es que para mí sólo ha existido y existirá una persona con ese apelativo y fue tan importante su gobierno que me resisto a compararlo con los actuales.
Lo que sí, permítame insistirle: deje de gobernar con planes y proyectos, con declaraciones y promesas, es tiempo que el gobierno y sus funcionarios dejen de conjugar verbos en futuro y empiecen a hacerlo en pasado: hicimos, construimos, organizamos.
Porque de seguir como van, se baja el cero y no contiene.