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Por Francisco Tijerina Elguezabal

Hasta la supervivencia de una banda de ladrones necesita de la lealtad recíproca. // Antonio Genovesi

De una cosa estoy cierto: entre los atributos de los políticos de la nueva ola, esos que han llegado al poder por la vía de la popularidad y las redes sociales, no se ubica la indefinición; ellos son y deben ser firmes y echados pa’delante, nada de medias tintas.

Nadie puede culpar al alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, de mentir (por lo menos en lo siguiente), porque desde siempre ha dicho que no es militante de Movimiento Ciudadano, pero cada vez que lo dice aparece después en un evento partidista o al lado de sus dirigentes dejándose querer, de tal suerte que sus dichos parecieran más el accionado de un timbre para que le presten atención.

Extraña, por decir lo menos, resultó la declaración del edil de la semana anterior, en pleno jolgorio de Samuel García con Tesla, al decir que estaba abierto a una coalición de partidos para el 2024. Desde antes de asumir la alcaldía regia Colosio se la ha pasado entre la luz y la sombra, coqueteando con la posibilidad de ser candidato presidencial o tal vez senador, por lo que la nueva postura llama la atención.

Y más resalta el posicionamiento colosista porque sus padrinos políticos, esos con los que hoy dice sentirse a gusto, desde hace largo tiempo han dicho a los cuatro vientos que no piensan aliarse con nadie y que irán solos para todos los cargos en los próximos comicios.

Dos puntos resaltan aquí: ¿se habrá dado cuenta Luis Donaldo de que perdió la mitad de su gestión sin atender la alcaldía y sin mirar hacia el futuro y hoy quiere recuperar terreno? ¿Por qué el “fuchi” al Movimiento Naranja?

Si lo que Luis Donaldo busca es la posibilidad de la reelección va tarde y le queda menos de un año para afianzarse. Si, en las elecciones pasadas ganó, pero en esta nueva edición ya no tendrá a Samuel en la boleta ni a Mariana apoyándole, además de que el beneficio de la duda sobre cómo será en un puesto ejecutivo se ha perdido y ya todos conocen sus resultados al frente de Monterrey.

Lo que sí no le van a perdonar son sus indefiniciones, sus medias verdades o mentiras a medias, como usted lo quiera ver, esa terquedad de querer seguir con todas las veladoras encendidas sin decantarse por una sola. Al actuar de esta manera Colosio más parece un chamaquito díscolo y convenenciero, acomodaticio y sin valores ni lealtades.

No sé que quiera Colosio, pero si sigue así nadie lo querrá a él.

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// Francisco Tijerina

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Autor: stafflostubos
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