Por Obed Campos
Plañideras de la autoproclamada Cuarta Transformación celebraban anoche la detención de 9 policías de Guerrero, siete estatales y dos del municipio de Ayotzinapa, involucrados en la infame desaparición de los 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa ocurrido en septiembre de 2014.
Y no es por amargarles el festejo, mis amigos, pero hay un pequeño detalle: alguien filtró los nombres de los nuevos detenidos, con los dos apelativos y casi con los cargos que ostentaban como policías, y esto, no solamente es una violación al principio de inocencia, sino que al romperse el sigilo, se rompe el orden del debido proceso.
Y que qué significa esto, ah pues que los ahora recién capturados, aunque se pruebe su culpabilidad, podrían salir en libertad por esa falta de sigilo.
De que hay esperanza de que estas capturas den más luz al turbio caso, la hay. Pero el escándalo lleva casi 9 años y aunque, como bien me dice un amigo de izquierda de izquierda y de izquierda “se necesita la justicia legal pero más se ocupa la justicia social”, en cuanto a la violación al debido proceso en todas sus partes, puede ser la justificante para que ganen los miserables que han estado siempre detrás de la tragedia de los 43.
Yo lo que creo es que los mexicanos debemos aspirar a un estado de derecho pleno, con funcionarios, comenzando por el presidente de la república, que sean sus principales defensores. Porque mientras no alcancemos esa meta no dejaremos de ser un país bananero con justicia para monos.
Y a los monos se les conforman con plátanos y cacahuates, disculpe usted.
ESCUELAS DE AMARGURA EN NL
A propósito del desastre en que se encuentra el sistema escolar en el estado, y del cual di cuenta
ayer y en otras de mis entregas, me escribieron dos personas y copio y pego sus textos:
Está muy cabrón (disculpen la palabra)
La Secretaría de Educación solamente pone el edificio de la escuela, pero todo lo demás corre por cuenta de los padres de familia: abanicos, climas, papel, jabón, mantenimientos, reparaciones, pintura, seguridad, etcétera.
Y cada que inicia un ciclo escolar, los noticieros entrevistan a los grupitos de padres de familia
que se quejan de las cuotas.
Y se hacen pendejos cuando les explicamos la verdadera situación.
Por más que se acerquen padres conscientes a explicar a los reporteros, estos se hacen pendejos y sólo graban a los que se quejan por no querer ayudar.
El horror ante el saqueo
Por Adriana Vielma González
Llegué hace 3 años a un jardín nuevo como directora, ilusionada por estar cerca de mi casa, después de hacer de camino cerca de una hora para llegar a mi antiguo centro de trabajo.
Desde el día uno supe que necesitábamos trabajar muchísimo para levantar el jardín de niños, parece olvidado, el tiempo se detuvo ahí, puertas, pisos, sillas, mesas, absolutamente todo viejito.
Poco a poco nos fuimos haciendo de cosas, mucho de lo que utilizamos es nuestro: proyector, computadoras, grabadoras, bocinas, herramientas…
Hoy me levanto con la triste noticia: ¡NOS ROBARON TODO! Absolutamente todo lo de valor y no tanto valor, revolvieron la bodega, fueron tan descarados que no me rompieron el candado de la entrada, utilizaron cegueta y ahora ni siquiera hay manera de cerrar.
¿Merecemos trabajar con miedo? ¿Merecemos estar en un lugar olvidado por la Secretaría de Educación y por el propio Gobierno? ¿Vale la pena perder así nuestras cosas, si de por si ganamos muy poquito y perderlo de la noche a la mañana?
Apenas el viernes fue la Ministerial y Fuerza Civil porque abrieron salones y hoy todo el día estuvimos en jardín de niños para ver los daños.
Estoy saturada, estoy llegando a mi límite de tolerancia, estoy totalmente indignada y triste.
¡No se vale!
Mañana a seguir con los trámites, para que igual que siempre, archivar el papelito que nos dan y seguir careciendo de todo.
¿Realmente se merecen esto nuestros niños? ¿En qué mundo vivimos?
¡Ayúdenme por favor a que esto llegue a alguien más para poder dar solución!