La Unesco reconoció la labor del conglomerado industrial y comercial Grupo Bal, por medio de la Fundación Alberto Baillères, para impulsar la educación en tres estados de la República, apoyando a más de 34 mil personas en cinco años; reportó MILENIO.
Durante la presentación del informe Transformar desde la educación. Contribuciones del Modelo Social de la Fundación Alberto Baillères a la Agenda 2030, Alexander Leicht, oficial a cargo de la Unesco en México, destacó el papel importante que juega la fundación para generar alianzas e impulsar formas de organización social en la cooperación y la búsqueda del bienestar colectivo.
Asimismo señaló el carácter innovador del proceso de creación colaborativa de “hábitats educativos”, entendidos como espacios sostenibles que propicien el aprendizaje y el desarrollo de todos los miembros de la comunidad educativa.
Sobre las iniciativas, destacó que se promovieron ambientes colaborativos de aprendizaje tanto para niñas, niños y adolescentes, así como madres y padres de familia, personal docente y comunidades.
Como parte de las actividades, se desarrolló el plan Vivir el modelo social desde las comunidades educativas, el cual contó con la participación de María Guadalupe Barrera Cortina, directora de la Preparatoria Oficial 94 del Estado de México; Perla Barrera Trejo, estudiante de la Preparatoria Oficial 94 y parte de la primera generación que vivió este Modelo; Maricela Méndez Trinidad, directora general de Servicios Educativos en Iztapalapa, Ciudad de México, y Rosa Marilú Jiménez Pérez, madre de familia de la Escuela Primaria América de Kanasín, Yucatán.
“Se continuará con el apoyo, documentación y consolidación de esta experiencia que contribuye a concretar el derecho a la educación y eleva las posibilidades de desarrollo y vida digna de personas y comunidades” señaló Rosa Wolpert, oficial de Educación de la Unesco en México.
Finalmente, Eduardo Silva, consejero de la Fundación Alberto Baillères, agradeció a los asistentes y expresó qué “queremos que las comunidades educativas sean la fuente más importante de transformación de los tejidos sociales. Necesitamos hacer y ayudar a que las comunidades se organicen, se autogestionen, tengan su desarrollo y comiencen a apropiarse de los espacios”.
Imagen portada: MILENIO