Por Obed Campos
Ya mero se acaba el sexenio y Ricardo Anaya Cortés, quien se vio muy gallito para primero apoderarse del Partido Acción Nacional y luego de la candidatura en pos de la Presidencia de la República ahora se comporta como un gallo, sí, pero un “gallo juido”.
Y aquí merece usted que me explique. El término “juido” viene de la palabra “huido”, es decir, escapado y lo usan mucho en los ranchos y en las peleas de gallos cuando un gallito parece muy valiente pero a la hora de los trancazos pone polvo de por medio y a ver quien lo alcanza…
Respecto al fenómeno del otrora “chico maravilla” del PAN, escribe un querido amigo: “De lejos y al final del sexenio, puro cuento…”
Y pide que el ex candidato presidencial explique “con qué dinero ha vivido tantos años fuera del país, pagando escuelas privadas de sus hijos y manteniendo la familia en un status de grandeza económica”.
Y eso sí, ante los videos que publica Anaya, mi cuate comenta: “que no nos engañen con sus habladas (y no defiendo al Presidente, pero falsos profetas ya estoy hasta la madre)”.
Y sí, si tan valiente fuera Anaya demostraría que las guerras no se ganan a control remoto y que la dignidad no se pierde con una averiguación previa… si uno es inocente.
NUEVO LEÓN: EL NUEVO RUMBO
En su reciente informe sobre el avance de la obra pública, el Gobernador Samuel García Sepúlveda destacó más de 300 proyectos que su Administración lleva a cabo, algunos de ellos con más de 40 años de retraso. Su enfoque en un gobierno incorruptible, junto con la garantía de financiamiento etiquetado para todas las obras, muestra un compromiso serio hacia el desarrollo de infraestructura en el estado.
Como nuevoleoneses que somos, resulta alentador ver que las promesas de campaña relativas a la infraestructura se han cumplido en menos de dos años. Con la obra pública sin precedentes en marcha, García Sepúlveda muestra el potencial de Nuevo León para convertirse en un centro de desarrollo económico, captando inversiones significativas y atrayendo a empresas de renombre.
Es digno de reconocimiento que, a pesar de la oposición del Congreso y el Poder Judicial, el Gobierno de Samuel ha logrado llevar adelante estos proyectos. Sin embargo, es importante recordar que la cooperación y el diálogo con todas las instituciones son fundamentales para el progreso sostenible.
Los pilares establecidos en el Plan Estatal de Desarrollo (Generación de Riqueza, Igualdad para todas las personas y Buen Gobierno) son fundamentales para el desarrollo integral de Nuevo León. La diversidad de proyectos abordando áreas como Movilidad, Agua, Seguridad, Salud, Inclusión, Educación y Desarrollo Rural, entre otros, refleja una visión integral y prometedora para el estado.
Los avances de Samuel García en la obra pública son prometedores y reflejan un compromiso con el desarrollo de Nuevo León. Sin embargo, la consolidación de estos logros y el futuro del estado requerirán una gestión responsable, enfoque en la educación, seguridad y bienestar de toda la población, y la capacidad de trabajar en conjunto para superar los desafíos que enfrenta la entidad.