Por José Jaime Ruiz
Es bueno volver a citar que el poder es una intimidación: “…el ratón está bajo el régimen de fuerza del gato: éste lo agarró, lo mantiene apresado, su intención es matarlo. Pero apenas comienza a jugar con él, agrega algo nuevo. Lo suelta y le permite correr un trecho. No bien el ratón se vuelve y corre, escapa de su régimen de fuerza. Pero está en el poder del gato el hacerle regresar. Si le deja irse definitivamente, lo ha despedido de la esfera de poder. El espacio que el gato controla, los vislumbres de esperanza que concede al ratón, vigilándolo meticulosamente, sin perder su interés por él y por su destrucción, todo ello reunido –espacio, esperanza, vigilancia e interés destructivo– podría designarse como el cuerpo propiamente dicho del poder o sencillamente como el poder mismo” (Masa y poder. Elias Canetti).
El sexenio del gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda avanza y el espacio, la esperanza y el poder del PRIAN disminuyen. El 2024 será el año del quiebre de ese adefesio político cuyos capos visibles son Francisco Cienfuegos Martínez y Zeferino Salgado Almaguer. Los políticos que quieran un puesto de elección popular ya no tendrán que ser palomeados por los líderes del PRIAN, a menos de que quieran morir electoralmente en el intento. Por lo pronto, en su desesperación, Paco y Chefo dan línea para que el PRIAN en el Congreso usurpe funciones de otros organismos.
La intimidación no admite negociación, el juego es otro. Extraños en la fiesta electoral del próximo año, el remedio del ratón es acusar al gato: “Tenemos un gobernador autócrata, quien pretende destruir la voluntad de los ciudadanos, cooptando, manipulando, soslayando al Poder Legislativo y burlándose, insisto, de los ciudadanos”, comentó el sirviente del priista Francisco Cienfuegos, el panista Hernán Salinas.
La renuncia del diputado panista Fernando Adame y su hermana, su suplente, abrió la posibilidad de romper el PRIANato en el Congreso local y la mayoría calificada. Si Cienfuegos y Salgado no cabildearon al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Nuevo León (IEEPCNL), asaltan ahora al Congreso desde la delincuencia política y le toman protesta como diputada a Cecilia Robledo.
La judicialización sigue y habrá que esperar el posicionamiento de IEEPCNL y de los tribunales estatales y federales. Con la huelga de hace meses de los diputados del PRIAN, Paco y Chefo metieron en un lío legal a sus legisladores quienes tuvieron que recular. Esta pifia es mayor y, repito, al usurpar funciones de otros organismos el PRIAN comete una ilegalidad.
El PRIAN creyó intimidar a Samuel Alejandro, pero el juego, con todos los matices y aristas de negociaciones con Palacio Nacional, se ejerce desde Palacio de Cantera. En el horizonte del PRIAN en Nuevo León se encuentra su extinción. Sus errores cada vez son más frecuentes, profundos, los recorre una angustia político-electoral. Ahogados en nuestros charcos de sequía, siguen dando patadas.
