Por Francisco Tijerina Elguezabal
Todas las cosas son imposibles, mientras lo parecen. // Concepción Arenal
No sería extraño. Después de todo ya ocurrió en Coahuila cuando el Partido del Trabajo le dio la espalda al candidato de Morena, Armando Guadiana, y postuló por la libre a Ricardo Mejía Berdeja para la gubernatura.
¿Será posible que Beto Anaya, el dueño de la franquicia del PT vuelva a jugarle contras al Presidente y a Morena en caso de que Marcelo Ebrard no gane la candidatura oficial?
No son las mismas condiciones y circunstancias que las pasadas elecciones estatales coahuilenses, pero es necesario decir que si en un momento dado Anaya vislumbra una posibilidad, así sea remota, de encontrar un resquicio que le permita a su partido hacerse de la Presidencia de la República, quemará las naves y se irá por la libre.
Sobreviviente de mil batallas perdidas, el líder petista ha sabido una y otra vez reconstruirse desde las cenizas; ha aguantado tormentas y ha vivido venganzas y persecuciones para después alzarse y continuar en la primera línea. Beto le entiende, y le entiende bien, al tema de la política y es marinero acostumbrado a las aguas turbulentas.
Cuestión de esperar un poco para ver cómo se desarrollan las cosas, pero este es uno de los tantos escenarios posibles que nos depara el futuro.
Beto Anaya y el PT lo pueden volver a hacer y de eso, no tengo la menor duda.
