Por Obed Campos
Legislar, lo que se dice legislar, o es una tarea muy fácil que no quita tiempo o realmente nuestros senadores y senadoras se la pasan totalmente en la fiaca, pero eso sí, gozando de una jugosa dieta.
Porque nadie explica los arranques, y los sueños húmedos de diputados y senadores…
Lo digo a propósito de la senadora por Nuevo León Indira Kempis, quien, si algo ha demostrado es que es una suertuda, a la que le cayó casi casi que del cielo la curul y que no sabe qué hacer con su tiempo libre.
A las pruebas me remito: Indira ha dedicado más su tiempo, pagado por usted y por mi, a averiguar cómo funcionan las monedas virtuales que a realizar trabajo legislativo.
Hace dos años, nada más para que vea, en el verano del 2021 dijo que buscaría ser la nueva dirigente de Movimiento Ciudadano en Nuevo León, cosa que se le olvidó a los pocos meses.
Y ahora sale con la ocurrencia de que quiere ser candidata a la Presidencia de la República por el mismo partido naranja, es decir, Movimiento Ciudadano.
Sí, el partido propiedad de Dante Delgado Rannauro y ya.
Es decir, espera Indira que alguien le crea que Dante, tan enreatado como anda entre estirones de Enrique Alfaro, llamados a misa por parte de su jefe AMLO y los intereses de las estrellas de Nuevo León, Samuel García y Luis Donaldo Colosio, se va a dar tiempo de buscarla y negociar con ella la probable candidatura.
A mí me suena más a que la Kempis quiere distraer la atención por sus “no haceres”, es decir, por la falta de oficio y beneficio para Nuevo León que ha demostrado desde su abandonado escaño.
Por eso el título de este texto, porque ante el aburrimiento obvio que muestra la senadora, habrá que hacer una coperacha entre todas y todos para comprarle una matatena y que con ella se pueda entretener, matar su aburrimiento y no tener así malas imaginaciones.