Por José Jaime Ruiz
Se le atribuye al político francés Edgar Faure la siguiente frase: “No es la veleta que gira sino el viento que cambia de dirección”. La sublime veleidad de la traición, un político veleta no defiende convicciones, vela por sus intereses. Es tan profunda la propuesta del dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, de no ir con el PRIAN ni a la esquina que rompió el esquema de “unidad opositora” y, obvio, también trajo críticas internas, como el deslinde del partido del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien es un representante regional de la oligarquía, y del ingenuo alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas.
Alfaro declaró en julio de 2013: “A nuestro proyecto político no le interesa construir una alianza con el PAN. Nos interesa construir una alianza con los panistas de bien, con la burocracia que hoy controla al PAN no vamos ni a la esquina… Con ellos no solamente no vamos a pactar sino que vamos a seguir luchando para que no regresen al poder. Respetamos muchísimo a los panistas, pero esos que hoy tienen secuestrado al PAN son mercenarios, más que panistas”.
Años después, en mayo de 2018, el jalisciense quiso dar un do de pecho político: “Si eso pasara, ni a la esquina. Nosotros no vamos a dejar pedazos de dignidad en el camino. Coincido con (Ricardo) Anaya pero hasta ahí. Alguna decisión en otro sentido para volver con la realidad que el PAN y al ahora proyecto del Frente pudiera tener la tentación de que con tal de ganarle a Andrés Manuel aliarse con el sistema… si eso pasara yo les digo ‘ahí se ven’”.
“Que quede bien claro: con el PRI nada. Y para que no haya duda, en estos 46 segundos lo vuelvo a decir. No te dejes engañar y ayúdame a difundir este mensaje, que nadie se quede sin compartir”.
Infiel a su trayectoria, ahora Enrique Alfaro se desdice y se desmarca de Movimiento Ciudadano, recibe en Jalisco a Xóchitl Gálvez y no otea que el viento sigue a favor de Morena, del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su candidata, Claudia Sheinbaum. Alfaro se suma al cascajo político del PRIAN en busca de su plurinominal, como Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Santiago Creel, Gabriel Quadri…
El caso de Luis Donaldo Colosio Riojas adquiere supina ingenuidad. Entre sus puntos para no buscar la candidatura a la Presidencia de la República, el más importante es el de no dividir a la oposición: “No voy a entrar a esas riñas, respeto mucho a Movimiento Ciudadano, pero no voy a hacer artífice de la división de una oposición”. Los vaivenes en las líneas discursivas del alcalde de Monterrey son constantes, es su marca. Luis Donaldo ni solito se entiende. Uno de sus argumentos para no buscar la candidatura presidencial es que sus hijos son pequeños, pero no son pequeños si el alcalde busca una senaduría.
En la lógica de Colosio Riojas, él no se prestaría a dividir a la oposición, pero hace días destapó a Patricia Mercado como posible aspirante a la Presidencia de la República: “Si Movimiento Ciudadano va a candidatear a una mujer, yo preferiría mil veces que fuera Patricia Mercado, que tiene una trayectoria y toda una historia. Es una mujerona que tiene todas las tablas para ser candidata”.
¿Él sí puede dividir a la oposición y Patricia Mercado no? ¿Pues no que es una “mujerona”? En el desacierto de su ingenuidad, Colosio Riojas no quiere ahora dividir a la “oposición”, esa oposición que siendo régimen y que se convirtió en PRIAN, tuvo mucho que ver con el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Luis Donaldo no quiere dividir a los matanceros de ayer. En fin, crímenes son del tiempo…