Por José Jaime Ruiz
Los recientes sucesos sangrientos en Nuevo León tienen una explicación evidente. Hoy en La Mañanera lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador: “En el caso de Nuevo León, lo mismo, ya se está actuando. Es una confrontación de grupos que se está dando en esta zona de Nuevo León, con violencia y estamos también ayudando al gobierno de Nuevo León en todo lo que podamos, está participando la Guardia Nacional, también la Secretaría de la Defensa… estamos trabajando de manera coordinada con las autoridades locales y vamos a seguir combatiendo a la delincuencia y garantizando la paz y la tranquilidad”.
Purga (Gerardo Palacios Pámanes) o confrontación, desde Palacio Nacional se dio la orden de reforzar la seguridad pública de Nuevo León, lo destacable es que el arribo de 100 elementos castrenses son de los llamados “Fuerzas Especiales” que destacan por la planeación y su trabajo de inteligencia, según la ficha informativa proporcionada a los medios de comunicación.
“La misión principal de la Fuerza de Tarea Conjunta México es realizar la planeación y trabajos de inteligencia que fortalezcan el estado de derecho en la entidad y llevar a cabo reconocimientos terrestres y disuasivos a inmediaciones del Área Metropolitana de Monterrey, así como colaborar con las autoridades en la detención de integrantes de la delincuencia organizada, actuando en todo momento con pleno respeto a los derechos humanos”.
Para el columnista de Milenio, Ricardo Raphael: “Algunas hieleras que contenían restos traían por fuera, pintadas con aerosol, las letras que sirven para distinguir al Cártel del Noroeste, antes conocido como el cártel de Los Zetas. Ese monstruo no ha hecho más que mutar desde que lo inventaron veinte desertores del Ejército mexicano, cuyo entrenamiento en el extranjero les enseñó justamente a marcar territorio con restos humanos.
(…) Acusan los Zetas de la última generación que sus adversarios, encabezados por un tal Rodo (Rodolfo Ramones Barba) –un aliado del Cártel de Sinaloa– son los únicos responsables de que ellos se hayan manchado las manos de sangre.
“En Nuevo León se dice que el Rodo, un sujeto tan demente como sus enemigos, cuenta con apoyo de funcionarios locales corruptos. Si querían llamar la atención del país entero ya lo hicieron. Con todo, ni el peor de los animales gastaría la vida de sus semejantes para fabricar tan abominable mensaje”.
Llamar la atención con cuerpos mutilados obedece a un plan de desestabilización. Hasta ahora quienes han estabilizado a Nuevo León son el presidente López Obrador (crisis hídrica: Acueducto El Cuchillo II) y el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda con la obra pública y la búsqueda incesante de inversiones. A Samuel Alejandro no sólo le conviene, necesita un Nuevo León estable, sin incertidumbres de cualquier tipo.
Quienes han tratado de desestabilizar Nuevo León son los miembros del PRIAN locales, como Zeferino Salgado, Francisco Cienfuegos, Adrián de la Garza y el empleado de estos, el titular de la Fiscalía General, Pedro Arce. Quienes han tratado de desestabilizar Nuevo León son los miembros del PRIAN nacional, Marko Cortés y Alejandro Moreno, quienes vinieron hace días a echarle bronca en montón a García Sepúlveda.
Después de la “visita” de los desestabilizadores, surgieron los politizados bloqueos por la falta de agua, donde los panistas desplazaron a sus afiliados desde diferentes municipios para concentrarse en engrosar esos bloqueos. Ahora Nuevo León padece de mutilados y se convierte el estado en nota nacional. ¿A quién favorece la inestabilidad? Al PRIAN, a los desestabilizadores.
Ninguna confrontación política –que deviene en bloqueos por el agua y en inseguridad terrorista– es gratuita. Lo que provocan electoralmente las encuestas, la del periódico El País (donde Samuel Alejandro resulta altamente competitivo) y la reciente de De las Heras Demoscopia, donde se colige que, por tendencia, García Sepúlveda desplazará, si es candidato, a la representante de la oligarquía, Xóchitl Gálvez.
El miedo no anda en burro (en bicicleta, en este caso), por eso las agresiones digitales de Felipe Calderón Hinojosa y de Marko Cortés en contra del gobernador constitucional del estado libre y soberano de Nuevo León. Este último posteó: “Samuel, ya rompe tu complicidad con los abrazos a los criminales que ahora quiere continuar Sheinbaum. Igual como morena trae al país, tú tienes bañado en sangre a Nuevo León. Otra vez, en tus palabras ‘ya ponte a jalar’ porque tienes todo un desmadre”.
Las evidencias, y no la palabrería, ahí están: Cuando empieza a resolverse la crisis del agua, el PRIAN promueve bloqueos en la metrópoli; cuando Samuel Alejandro sube en las encuestas realmente serias… se aterroriza con mutilaciones. El desmadre no es de García Sepúlveda, el desmadre está en el Frente Amplio y su desinflada candidata. Lo dicho, el miedo no anda en burro, pero sí en bicicleta.
El que tenga ojos… que vea, el que tenga oídos… que oiga. Y el que no (Alejandro Junco de la Vega/ El Norte) ¡que consulte a un otorrino…!