El puerto de Acapulco requiere al menos de 500 camiones para recoger toda la basura que Otis dejó, pero solo cuenta con 120.
En solo dos horas, el huracán Otis generó la basura que Acapulco hubiera acumulado en dos años, por lo que recolectarla es una tarea titánica. Para limpiar todo en 45 días, el ayuntamiento requiere al menos de 500 camiones, pero solo cuenta con 120; publicó MILENIO.
«En este momento, llevamos más de 14 mil toneladas ya dispuestas en el relleno sanitario y el cálculo que se está haciendo, en promedio, es que tenemos expuestas más de 600 mil toneladas, esto equivale a que hubiéramos parado nosotros dos años, sin haber hecho ninguna recolección de basura», dijo Otilia Hinojosa, coordinadora general de Servicios Públicos municipales, en entrevista con MILENIO.
En un día común, la ciudad de Acapulco genera de 600 a 850 toneladas de basura, así que a los desperdicios producidos por el huracán, hay que añadirle la que se genera día a día en esta etapa de emergencia.
Otis dejó en las calles láminas, canceles, árboles, tinacos, arena e infraestructura urbana; pero las personas damnificadas también están acumulando todo lo que ya no les sirve, desde enseres domésticos, muebles, artículos de oficina, papelería, ropa, artesanías, alimentos echados a perder, y la basura que generan día a día, por la propia actividad humana.
Entre los montones de basura se ha ido agregando resto de comida, platos desechables, botellas de PET y de vidrios, residuos sanitarios, entre otros desechos, que inundan a la ciudad provocando pestilencia y un riesgoso de infección.
«Aquí hay de todo, desperdicio, ya muchas cosas que se dañaron, se echaron a perder y ya lógico que viene la contaminación. De hecho, ya hay muchas enfermedades diarréicas, de las vías respiratorias, ya en la familia ya ha habido niños enfermos», señaló Guillermo Arteaga, locatario del Mercado de Artesanías de la Diana.
El ayuntamiento ha priorizado la recolección en las vialidades más transitadas, cómo la entrada a Acapulco, la zona Diamante, el bulevar Vicente Guerrero, la central de abasto y hospitales.
«Efectivamente tenemos un gran problema con lo que es la basura, esto trae mucha contaminación, muchas enfermedades, ya hay pestilencia enorme, moscos por todos lados de animales muertos, el agua está muy contaminada», comentó Pedro Reyes, afectado de la colonia Centro.
Los chatarreros no se dan abasto en la recolección, pero tampoco les resulta rentable, debido a que la alta cantidad de fierro viejo, redujo el precio.
«Ahorita está parado todo el negocio de la chatarrera, nada más estamos amontonando, no hay compra de chatarra» dijo Daniel García, recolector de chatarra.
En una de las colonias populares, la Progreso, son 20 cuadras afectadas por acumulación de basura, desde la avenida Niños Héroes que lleva a la zona de hospitales.
«No pues cada cuadra hay basura y no hablo de un montón, dos, tres cuatro, muchísimo. Todos los días me levanto temprano, a las 6 ya estoy quemando basura frente a la casa. No somos conscientes de que no podemos atenernos al ayuntamiento, cada uno de nosotros tiene que poner y salir definitivamente, pero así es la vida, nada más desde la rapiña, se pasó de lanza mi pueblo, qué cabrones» dijo Alfredo Abarca, vecino del lugar.
Imagen portada: Araceli López | MILENIO
