Por José Jaime Ruiz
Si existiera el juego de canicas, Movimiento Ciudadano de Nuevo León iría por todas. En el mapeo del deseo hay que apuntar lo metropolitano: Monterrey, Guadalupe, Juárez, García, San Pedro. Y el combate trinchera a trinchera en San Nicolás.. Arrebatar al PRIAN los municipios metropolitanos es necesidad. Escobedo es municipio amigo para el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda. Y Apodaca, con las pretensiones sucesorias de César Garza, negociable.
La cartografía es un código de representación. Un lenguaje de apropiación (Leonardo da Vinci como “esteta” de la guerra), se menciona: “la confección de mapas, de todas las cuestiones nuevas y fundamentales relativas a los lenguajes de representación: en particular el endemoniado problema (casi heisenbergiano) de cómo trasladar el espacio curvo a los mapas planos; es el momento en el que queda claro que no puede haber verdaderos mapas (al mismo tiempo que se reconoce que puede haber un progreso científico o, mejor dicho, un progreso dialéctico en los diferentes momentos históricos de la confección de mapas” (El posmodernismo la lógica cultural del capitalismo avanzado. Fredric Jameson).
El espacio curvo de Movimiento Ciudadano, digamos dialéctico, y de Samuel Alejandro llevado al espacio plano del mapa. Todos recordamos que el mapa no es el terreno. Para que exista la gobernabilidad deseable de Samuel Alejandro, es preciso ganar el Congreso local, indispensable, necesario, inevitable. Sin Congreso afín no hay Samuel Alejandro. La tarea es el Congreso, sin descuidar la gobernabilidad que viene de los municipios.
Imposible que Luis Donaldo Colosio Riojas se pueda reelegir, las encuestas, las estadísticas, los números, la aritmética electoral están en su contra. Para MC Luis Donaldo es un cero a la izquierda, y sin izquierda. El caso Colosio es un Caso. Colosio es su apellido, no su persona. Su mediocridad lo antecede. Imposible que Colosio Riojas mantenga la alcaldía de Monterrey. Su gestión no da, sus números no dan. Su eficiencia es ineficiente. Las encuestas lo vapulean, y con razón. MC no puede perder Monterrey, ya no. Por eso, al quite, entra Mariana Rodríguez Cantú. Y quien hable de nepotismo que acuda a los votos por venir; es democracia o no es.
En el lenguaje de la representación se trata de arrebatar, para eso le sirvió la cartografía a César Borgia. O seamos pitagóricos para decir que los números son la esencia de todas las cosas. Cartografía y numerología. Marianis en Monterrey va de gane. La lucha son los otros municipios. Jesús Nava tendrá problemas en Santa Catarina, pero no perderá. Guadalupe es un disputa entre MC y Morena. Apodaca, si siguen las negociaciones, no será para el PRIAN sino para César Garza. San Nicolás será el último reducto de Zeferino Salgado, a pesar de los esfuerzos de Glen Villarreal. A Mauricio Fernández no le cae mal que Lorenia Canavati sea la próxima alcaldesa. Juárez sigue en disputa, a pesar de la lana que le metan a la candidatura de Félix Arratia. García es un baile entre MC y Morena.
En la cartografía del 2024 se trata de pasar de los espacios planos (el PRIAN) a los espacios curvos: la transversalidad política de Internet, videos, plataformas tridimensionales o pellizcar una cuarta dimensión: “Si de la división de cuerdas en vibración según determinadas proporciones numéricas resultaban armonías que alegraban a las personas y podían emocionarlas hasta verter lágrimas, entonces los números tenían que ser uno de los principios fundamentales del universo” (La evolución del conocimiento. Del pensamiento mítico al pensamiento racional. Jost Herbig. Herder editorial).
En la nueva cartografía, Morena y Movimiento Ciudadano ofrecen vibración y, tal vez, armonía. El PRIAN está moralmente derrotado. El meteorito del 2024 extinguirá a los dinosaurios. Si existiera el juego de canicas, MC de Nuevo León iría por todas.