Un avión de Alaska Airlines sufrió una explosión mientras volaba sobre Oregón, y la tripulación quedó aterrorizada mientras el piloto maniobraba para un aterrizaje de emergencia; prueba de ello son los mensajes de despedida de una joven que creyó que moriría; reportó MILENIO.
Afortunadamente, «el vuelo 1282 de Alaska Airlines regresó sano y salvo al Aeropuerto Internacional de Portland alrededor de las 5 p.m. hora local el viernes 5 de enero, después de que la tripulación informara de un problema de presurización. El avión se dirigía al aeropuerto internacional de Ontario, en California», según el comunicado de la Agencia.
Sin embargo, los minutos que tardó la aeronave en llegar a tierra firme parecieron eternos para los tripulantes. Entre ellos se encontraba la joven Stephanie King.
La pasajera contó a CNN su experiencia, además admitió que temió por su vida y se despidió de sus seres queridos ya que «cualquier cosa podía pasar».
«Simplemente supe que algo malo había sucedido. No estaba segura de lo que estaba pasando y me sentí bastante asustada», dijo la mujer que estaba sentada en la fila 12.
Quizá lo más traumático para ella fue el sonido del estallido, seguido por gritos de los pasajeros y los golpes de las maletas que cayeron al piso.
«Una de las señoras estaba gritando y llorando. Estaba inconsolable. Ella seguía diciendo: ¡Hijo mío! ¡Mi hijo! ¡Le arrancaron la camisa! Fue absolutamente surrealista», recordó King a la CNN por teléfono.
Alaska Airlines Takes Drastic Action: Boeing 737 Max 9 Fleet Grounded Following Terrifying Midair Window Blowout
— SIKAOFFICIAL🦍 (@SIKAOFFICIAL1) January 8, 2024
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Según cuenta la chica, los pasajeros que estaban sentados al lado de la ventana que explotó se levantaron de sus asientos para correr a otros más alejados del hoyo que quedó en la nave.
Fue entonces que Stephanie, quien viajaba sola, comenzó a despedirse de sus padres y su novio, pues creyó que moriría por la gravedad del accidente.
«Como volaba sola, les escribí algunos mensajes de texto a mi novio y a mi mamá para decirles que algo estaba pasando, que tenía miedo y que los amo», recordó la joven.
Por fortuna, ninguna persona resultó con heridas graves, pues tras el aterrizaje los bomberos subieron a atender a la tripulación.
«Entonces reinaba mucha calma. Todo el mundo estaba en shock. Todavía estábamos todos muy confundidos. Todo el mundo estaba súper callado. En realidad, era inquietante lo silenciosos y tranquilos que estaban todos simplemente porque era tan irreal», concluye la mujer.
Cabe recordar que la pieza faltante del avión fue hallada en un patio de un domicilio. Mientras tanto, los aviones Boeing fueron puestos en revisión.
Imagen portada: Archivo