El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en su conferencia matutina que busca promover dos nuevas reformas constitucionales en materia laboral: la primera de ellas pretende buscar que el salario aumente siempre por encima de la inflación, mientras que la segunda pretende llevar a cabo una modificación a la ley de pensiones.
Durante la conferencia, el mandatario expresó que “no es aceptable que un trabajador cuando se jubila no perciba lo que ganaba en activo, y si bien le va apenas alcanza la mitad de lo que trabajó durante toda su vida”.
Además, señaló que en un principio se logró una reforma para que las empresas aumentaran las contribuciones que realizan, pero afirmó que “no es suficiente”.
Cabe resaltar que, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, la política de pensiones se modificó para que los contribuyentes afiliados al seguro social, a partir del primero de julio de 1997, no recibieran una pensión por cesantía, sino que dependan de los ahorros establecidos por el trabajador.
“Vamos a hacer una propuesta porque es completamente inhumano, injusto, que después de 30 años de estar laborando, cuando terminan ni siquiera recibe su salario cuando estaba activo sino la mitad”, afirmó el presidente López Obrador y agregó que “si le va bien, de ese salario, eso ya no va a continuar así. Voy a enviar una reforma a esa legislación anti obreros contraria a los intereses de los trabajadores”.
En este contexto, el presidente indicó que se realizará un análisis para que, de aprobarse la reforma, no sea una carga directa a las empresas, sino que se haga gradualmente a través de captaciones de recursos, mismos que servirán como apoyos sociales para el apoyo de los trabajadores.
Además, reivindicó la política fiscal durante el sexenio en donde, según el presidente, permitió la recaudación de impuestos de 3 billones de pesos a 4.5 billones, reduciendo mecanismos como la consolidación fiscal, que permitía que los empresarios evadieran el total de sus impuestos.
Imagen portada: SPR Informa