Por José Jaime Ruiz
La candidata del Frente Amplio, Xóchitl Gálvez, y su coordinador de campaña en Nuevo León, Francisco Cienfuegos, tienen algo en común: su corrupción supera los mil millones de pesos. Xóchitl y su casa roja, la venta simulada a Mariana Gómez del Campo, sobrina de Felipe Calderón, picarle los ojos al Colegio Salesiano con una hechiza donación, el Cártel Inmobiliario y el tráfico de influencias, los millonarios contratos para las empresas de los hermanos Kamkhaji Ambe, contratos de dos de sus empresas por cerca de 1 mil 500 millones de pesos en nueve años.
El enriquecimiento inexplicable de Francisco Cienfuegos, capo del PRIAN en Nuevo León, se explica, no puede haber otra explicación, también por sus actos corruptos. Al comprar presuntamente por un millón de dólares su suplencia al Senado de Manlio Fabio Beltrones, Paco se quiso impune, no logró, sin embargo, ser inmune a las investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República.
A Cienfuegos no sólo lo investigan por enriquecimiento ilícito y defraudación fiscal, también por lavado de dinero. La responsable de la indagatoria contra el responsable de la campaña de Xóchitl en Nuevo León, es la Fiscalía Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y Falsificación de Moneda (FEORPIFAM), adscrita a la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO).
Un Nuevo León saqueado dejó la administración del ex gobernador Rodrigo Medina y sus secuaces del PRIAN. ¿Dónde quedó la lana para las líneas del Metro? ¿Para los acueductos? ¿Para la inversión en camiones y movilidad? ¿Por qué dejaron morir a los municipios? Sigue la ruta del dinero, recomiendan los gringos, sigue la ruta de Andorra (Manlio Fabio), sigue la ruta de Hong Kong, Curazao, Suiza, Costa Rica… (Cienfuegos).
Xóchitl Gálvez fue a entregar nuestra soberanía a Washington; lo saqueado de Nuevo León, Cienfuegos lo trasladó a diversos países en un presunto lavado de dinero y delincuencia organizada. Gálvez y su coordinador de campaña, “ambos dos”, vendepatrias. A Xóchitl no le importa dejar correligionarios en el camino, así sucedió en la gira del desastre por los Estados Unidos. Ya que su candidatura naufraga, lo suyo es deshacerse de los bultos.
Los heridos en la vereda se convierten en muertos, hay que desecharlos, así Lilly Téllez, Enrique de la Madrid, Claudia Ruiz Massieu, Santiago Creel y Beatriz Paredes en la “interna”. Cuando Rafael Elías se convirtió en el signo ominoso clasista, antiinmigrante, racista, los negativos de Xóchitl crecieron y tuvo que deshacerse digitalmente del personaje de marras. Cuando la fotografía con Francisco García Cabeza de Vaca contradijo la narrativa de “presidente-narco” en contra de AMLO y Claudia Sheinbaum, Claudio X. González ordenó borrar la foto porque, con esa compañía, la que se vio «narca» fue Xóchitl.
La corrupción es la marca de la casa del PRIAN, hasta Marko Cortés denunció el incumplimiento de prebendas y negras negociaciones en Coahuila, porque Alejandro Moreno no le cumplió. Si Xóchitl sigue en caída libre y aumentando sus negativos es por la corrupción. No necesita agregarle más corrupción a su ruta. Si Xóchitl pisa los cadáveres que son negativos de campaña, otro más no importa. Francisco Cienfuegos es prescindible, apesta a cadáver. Xóchitl ya no lo necesita, ya no.