Un ciudadano iraquí que tenía en la mira asesinar a George W. Bush confesó que planeaba huir de Estados Unidos a través de la frontera con México y dio detalles del “complot” para vengar el asesinato de miles de sus connacionales durante la llamada Operación Libertad Iraquí; publica MILENIO.
Además de tomar videos a la fachada de la casa y a la granja que tiene el ex presidente en Texas, admitió tener conexiones con la organización terrorista Estado Islámico, ISIS.
Arrestado en mayo de 2022, Shihab Ahmed Shihab Shihab, de 53 años, ventiló en la corte de Ohio que ya había logrado que al menos tres iraquíes ingresaran a Estados Unidos para ayudarlo a cometer el crimen, pero un seguimiento puntual de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), el cual incluyó testigos colaboradores, impidió que se concretara el plan.
Una investigación de MILENIO, basada en la consulta de diversos documentos judiciales, revela que el yihadista recibió sentencia apenas el 12 de febrero.
El juez Michael H. Watson determinó hace tres días que Shihab tendrá que pasar 178 meses en prisión –casi 15 años–, al cabo de los cuales quedará en libertad supervisada otros 15 años.
La frustrada tentativa de magnicidio se suma a la creciente lista de personas vinculadas al terrorismo que han intentado cruzar la frontera de Estados Unidos desde territorio mexicano.
Si en el año fiscal 2022 arrestaron a 98 presuntos terroristas, en 2023 esa cifra se elevó a 169, lo cual representa un incremento del 72 por ciento, una cantidad desproporcionada comparada con las detenciones registradas en la línea divisoria con Canadá, en donde sólo han capturado cuatro terroristas en los últimos dos años.
Desde el año pasado, diversos actores políticos alertaron sobre los intentos de terroristas que haciéndose pasar por refugiados, solicitaban asilo desde México para ingresar a Estados Unidos.
No se le hizo mucho caso porque algunos consideraban que era un asunto de dimes y diretes de agenda política entre demócratas y republicanos.
En mayo del 2023 el congresista repúblicano Darrel Issa, aseguró que tenía información de que la Patrulla Fronteriza había arrestado a un presunto terrorista afgano cuando cruzaba la frontera junto con un grupo de migrantes que buscaban asilo desde Otay, una importante delegación de Tijuana.
Después de revelar la noticia, propició una ola de exigencia en contra de esa permisividad de la cual culpó al presidente demócrata, Joe Biden.
Las alarmas realmente se encendieron hasta agosto del 2023, cuando la Casa Blanca admitió que investigaban a un contrabandista extranjero que había ayudado a ingresar a decenas de personas ilegalmente desde México a Estados Unidos. El problema es que no era un simple ‘pollero’, sino que tenía conexiones con la organización terrorista Estado Islámico (ISIS).
Según las autoridades, este hombre se dedicaba al traslado e internación de ciudadanos provenientes de Uzbekistán que buscaban asilo a través de la frontera entre Estados Unidos y México. La Casa Blanca fue escueta y no reveló mucha más información sobre las operaciones en la frontera donde más peticionarios esperan en las calles: Tijuana, Baja California.
Fuera de las pugnas de los bandos políticos, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) publicó un informe de la oficina de análisis e inteligencia en 2024 –llamado ‘Evaluación de las Amenazas a la Nación’–, en los que se reconoce el creciente número de personas que aparecían fichados en su famosa Lista de Vigilancia de terrorismo en la frontera con México.
“Como parte del aumento general en la migración, también nos hemos encontrado con un número creciente de personas en la Base de Datos de Detección de Terroristas (TSDS, por sus siglas en inglés). La inclusión en la TSDS abarca desde asociados conocidos de empresas, familiares hasta individuos directamente involucrados en actividades terroristas”, explican.
Los documentos judiciales consultados por este diario señalan que apenas el 12 de febrero de este año un hombre llamado Shihab Ahmed Shihab Shihab, detenido el 24 de mayo de 2022, acudió a una corte estadounidense a escuchar su sentencia, tras intentar asesinar al expresidente de Estados Unidos, George W. Bush.
El plan incluía traer a otros terroristas iraquíes desde México, en venganza por las muertes de sus connacionales durante la llamada Operación Libertad Iraquí. Shihab Ahmed Shihab presuntamente pertenecía a ISIS.
Convertido por la guerra
Shihab, de 53 años, nació en Irak y llegó a Estados Unidos en septiembre de 2020. Ingresó como miles de personas, con una visa de turista, con el pretexto de conocer el país.
Para marzo de 2021 Shihab puso en marcha otra etapa de su supuesto plan: presentó una solicitud de asilo ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (conocido como USCIS). La historia que contó era la de muchos: una vida difícil durante los años de guerra, pretendía traer a su familia desde Irak para comenzar una nueva vida.
Aunque era perfectamente creíble, la historia de Shihab era parcialmente cierta. Nació en una familia bastante acomodada y asistió a la Universidad Al-Iraqia, donde obtuvo una licenciatura en Alfabetización y Artes en 1994. En 1998, Shihab se casó y tuvo cinco hijos.
Más tarde los investigadores descubrieron que en 2003, durante los años de guerra en Irak, Shihab dejaría el arte para convertirse en un apoyador de la resistencia, pero esa parte de la historia la contaremos más adelante.
Desesperado por quedarse en Estados Unidos, incluso pagó a un falsificador de documentos para que le hiciera un acta de divorcio, porque si no funcionaba el asilo se casaría con una mujer estadunidense para obtener la anhelada green card.
Durante el primer año en Estados Unidos anduvo vagando entre Indianápolis, Indiana y Columbus, en el estado de Ohio. Ahí trabajó en un mercado Halal para musulmanes y en restaurantes. Sin embargo, Shihab también incursionó en otros negocios, como el tráfico de personas desde Medio Oriente, con una escala en México y destino final Estados Unidos.
Fue así que, un hombre al que llamaremos testigo confidencial CS2 llegó hasta Shihab. Este hombre realmente era un cooperador del FBI quien se hacía pasar por un familiar de una persona en Irak que deseaba llegar a Estados Unidos de manera ilegal.
Durante el primer encuentro Shihab le dijo que el costo por traer a su hermano sería de 40 mil dólares, con un pago por adelantado de 10 mil billetes. El costo era alto pero el traficante de personas aseguró que sin importar los obstáculos, su familiar llegaría.
Shihab le explicó al infiltrado que el corazón de la operación estaba en México; ahí obtendría ilegalmente una visa de la Embajada de México en Egipto o Turquía. Todo el proceso tomaría 30 días y su hermano debería permanecer en territorio mexicano durante dos semanas. Una vez que el pariente llegara a Estados Unidos, incluso lo ayudaría a conseguir un trabajo.
El paquete completo
El infiltrado CS2 apretó más la tuerca para obtener más datos. Insinuó que su hermano tenía vínculos con “cierta organización”, y dejó entrever que esta era terrorista.
Shihab le dijo que eso no le importaba, incluso le reveló que apenas hace unos días (ese año 2021) introdujeron a tres iraquíes por la misma ruta: Irak, México, Estados Unidos.
Esta parte de la historia la cuenta otro infiltrado del FBI al que llamaremos CS1, alguien que al parecer y antes de colaborar con el gobierno de Estados Unidos, era parte de la red de tráfico de personas de Shihab.
A él Shihab le envió, a través de un mensaje encriptado, la fotografía del hermano de CS2. Le informó que sería uno de los próximos que traerían desde medio oriente.
Pariente de un líder de ISIS
Según documentos judiciales de la corte de Ohio obtenidos por este diario, el FBI le pidió al informante CS2 que inventara que su supuesto hermano se había unido a ISIS y había luchado en muchas batallas.
Fue así que CS2 le contó a Shihab que cuando el Estado Islámico comenzó a perder el control de los territorios, su hermano escapó a Kirkuk, en Irak: sin embargo, debido a que se desató una búsqueda de gente que había luchado con ISIS, su hermano huyó a otra ciudad iraquí.
Ahí fue capturado por la agencia de inteligencia del Gobierno Regional de Kurdistán, la Asayish, y detenido por un corto período.
La historia que contó CS2 era espectacular y Sihab la creyó completa:
Su hermano había logrado sobornar a miembros de la Asayish antes de su juicio por lo que fue puesto en libertad, sin embargo, no podía permanecer en Irak debido a que su nombre estaba en una lista de personas buscadas; escapó a Gaziantep, Turquía, y ahí, también con sobornos, renovó su pasaporte.
El infiltrado CS2 lanzó una pregunta a Shihab, que acabaría condenándolo: —“¿Esto te causaría algún problema?”—.
Shihab respondió que no sería ningún problema tal afiliación terrorista, y a continuación confesó que su primo era Abu Bark Al-Baghdadi, un conocido ex líder de ISIS, célebre porque en 2014 proclamara al Estado Islámico como un califato, exigiendo obediencia a los musulmanes de todo el mundo. Este líder en 2019 se suicidó con una bomba en territorio sirio.
Durante otra reunión, Shihab le informó a CS2 que sus cómplices le reportaron que había un problema de seguridad y por lo tanto su hermano primero tendría que viajar a Brasil, luego pasar por México y finalmente iría a Estados Unidos.
En diciembre del 2021 también le contó que acababa de introducir en Estados Unidos a dos personas asociadas con la organización terrorista Hezbollah, a quienes les cobró 50 mil dólares a cada uno. Y esa misma cantidad tendría que cobrar por traer al supuesto hermano.
—¿Están limpios o sucios?—
En noviembre del 2021 todo empezó a cobrar más velocidad. El informante CS1, su cómplice que colaboraba con el gobierno, recuerda que durante una de las reuniones Shihab le informó que había que traer a cuatro ciudadanos de Medio Oriente.
Este le preguntó si tenían nexos con Hezbollah, como los anteriores:—“¿Están limpios o sucios?”— le lanzó directo.
Shihab primero evadió y le contestó con argumentos logísticos: serían cuatro ciudadanos iraquíes que primero llegarían a Brasil, después se trasladarían a México desde donde esperarían a que los cruzaran a Estados Unidos.
CS1 insistió: —No importa la afiliación pero si necesitamos saber para poder hacer los arreglos necesarios. ¿Son de ISIS?
Fue entonces que Shihab finalmente le confesó que, en efecto, esas cuatro personas estaban con “ellos” (con ISIS) y que “no estaban limpios”. Para tratar de convencerlo de unirse al plan incluso le contó más detalles de su propio pasado.
Por ejemplo, le dijo que antes había ayudado a la resistencia iraquí, matando a muchos estadunidenses en Irak entre el año 2003 y el 2006. Según las investigaciones, Shihab hacía referencia a Al-Qaeda en Irak (“AQI”) o Daesh (ISIS), que surgiera de aquella organización terrorista. Le contó que transportaba vehículos y armas desde Siria a Irak y otros suministros para la resistencia.
Finalmente le explicó que los ciudadanos que necesitaban traficar no estaban “limpios”, por lo que primero tendrían que ir a Brasil, hacer ciertos arreglos y después llegarían a México. Eran cuatro personas que traería de medio oriente y lo ayudarían a asesinar al expresidente.
Cómo matar a un ex presidente
Según el testimonio, uno de los cuatro ciudadanos que vendrían a matar al expresidente, era el secretario de una organización financiera de ISIS.
El plan era que cuando llegaran a Estados Unidos, tendrían acceso a grandes cantidades de dinero que ya habían recaudado. Planeaban utilizar a un concesionario de automóviles en Ohio para que actuara como ‘hawala’ (sistema informal de transferencia de fondos) y canalizar el dinero hacia Estados Unidos del secretario del Ministro de Finanzas de ISIS.
El plan era matar al ex presidente George W. Bush, quien tenía una casa y una granja en Texas muy conocida mediáticamente. Una vez que lo asesinaran, los cuatro integrantes de ISIS saldrían subrepticiamente por la garita con destino a México, país donde se refugiarían.
“Dijo que deseaban matar al ex presidente Bush porque sentía que era responsable de matar a muchos iraquíes y de destrozar a todo el país de Irak. Basándome en mi formación y experiencia, así como en mi conocimiento de esta investigación, creo que se refería a la Operación Libertad Iraquí que fue el conflicto armado que comenzó en 2003, durante la presidencia de George W. Bush”, declaró durante el proceso judicial un agente del FBI experto en terrorismo.
El 13 de enero de 2022, durante una reunión en persona que fue grabada por CS1, Shihab le informó que pertenecía a una unidad terrorista que era conocida como ‘al-Raed’, que significa “trueno” en árabe.
“No le importaba si moría ya que estaría orgulloso de haber estado involucrado en matar al ex presidente Bush”, manifestó el agente especial.
El pequeño grupo incluso viajó a Texas, para poder espiar y grabar al ex mandatario. Luego de algunas semanas consiguieron armas de fuego e incluso un uniforme de trabajo rudo de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos.
Al final, explicó la operación
Finalmente, el 20 de abril de 2022, Shihab fue interrogado por el FBI. Le dieron la oportunidad de contar todo lo que sabía de las organizaciones terroristas.
Shihab Shihab reveló que, en efecto, conocía a personas que operaban una gran red de tráfico de personas a quienes podían introducirlas desde otros países a través de la frontera entre Estados Unidos y México.
En la investigación se corroboró que el departamento de Inmigración había informado al FBI que Shihab poseía información sobre un miembro de ISIS que recientemente había sido introducido clandestinamente a los Estados Unidos.
Shihab fue detenido pero nunca aceptó que había un plan para asesinar al presidente de Estados Unidos. Un documento oficial fechado el 5 de febrero del 2024 señala que los fiscales pensaban que sí estaba involucrado:
“La asistencia de Shihab fue diseñada para ayudar en el asesinato del ex presidente Bush, como conducta constitutiva de delito federal de terrorismo. [Fue] Impulsado por las emociones y las secuelas de la guerra en Irak, sin mencionar su deseo de obtener ganancias financieras”, dijo la Fiscalía de Ohio en una audiencia.
Según la Fiscalía y para explicar el perfil psicológico de Shihab, añadieron que él fue testigo de una gran cantidad de violencia y muerte durante la guerra, además de que estuvo en cautiverio y fue torturado por los sirios. Acabó perdiendo su hogar, su estabilidad financiera y finalmente, su matrimonio.
“La historia y las características del acusado [durante la posguerra] demuestran la astucia de un sobreviviente educado dispuesto a hacer cualquier cosa por dinero”, acusaron.
“Este Tribunal debe reconocer la difícil situación de Shihab durante la guerra, pero no permitir que justifique o minimice la trama calculada y sus acciones en su promoción para llevar el terror a los Estados Unidos. Es recomendada una pena de 180 meses, según la ley máxima, pero con variación de cadena perpetua”, señaló la Fiscalía al juez.
El 12 de febrero de este año apareció la decisión del juez Michael H. Watson, de Ohio: serían 178 meses en prisión y 15 años de libertad condicionada, es decir, bajo vigilancia.
Peligro en la frontera
Según información estadística de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, durante el año fiscal 2022 (octubre de 2021 a septiembre de 2022) fueron detenidas 98 personas, mientras que en el año fiscal 2023 fueron 169.
En lo que va del año fiscal 2024 han sido arrestadas 49 personas en la frontera con México, que formaban parte de la Base de Datos de Detección de Terroristas.
Antes de estas fechas, las capturas solían registrar menos casos: 16 en 2021, tres en 2020, tres en 2019, seis en 2018 y dos en 2017.
Esas cifras contrastan con las de la frontera canadiense, cuando en 2022 no hubo ningún detenido, mientras que en 2023 hubo apenas tres personas y en lo que va del año fiscal 2024 apenas se arrestó a una persona.
Según el DHS en su informe de riesgos de 2024, “Grupos terroristas extranjeros como Al Qaeda e ISIS están tratando de reconstruirse en el extranjero y mantienen redes mundiales de simpatizantes que podrían intentar apuntar a la Nación”.
Advirtieron que para el 2024 individuos con posibles conexiones terroristas continuarán intentando ingresar a Estados Unidos, como lo hicieron –y en ocasiones, quizá, lo consiguieron– a través de la frontera sur con México en 2023.
En la mayoría de esos intentos los extranjeros que intentaron ingresar ilegalmente por los puertos fronterizos fueron interceptados.
Imagen portada: Especial | MILENIO