Obispos de Guerrero buscaron sin éxito que los grupos del crimen organizado con presencia en la entidad acordaran una tregua; sin embargo, nadie cedió en su pretensión de controlar más extensión territorial; publica MILENIO.
Los acercamientos de los representantes de la Iglesia con líderes del crimen organizado fueron confirmados por José de Jesús González Hernández, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa.
La petición de tregua se dio a finales de 2023, luego de que los responsables de las diócesis de Chilpancingo, Acapulco, Tierra Caliente y Montaña dialogaran con el papa Francisco en el Vaticano sobre la crisis en esa parte del país.
El pontífice respaldó la determinación de que hicieran lo que estuviera en sus manos para alcanzar la paz.
“El papa nos dijo que México tiene experiencia en estas situaciones y que siguiéramos tejiendo la paz, que la busquemos como artesanos de paz”, contó González.
Recordó que la visita al Vaticano tuvo la intención de entregar un informe respecto a los problemas que se viven en la entidad, uno de ellos era el de la inseguridad.
Este miércoles, los sacerdotes de la zona centro de Guerrero convocaron a un ayuno y oración por la paz, ante la violencia en la entidad.
González detalló que los cuatro obispos sostuvieron reuniones separadas con líderes criminales para buscar una tregua, pero se negaron a frenar su expansión.
“No se ha logrado. Los obispos de Guerrero empezamos a buscar diálogos con jefes que pueden darnos la paz, pero todavía se mueven intereses en el corazón y la cabeza de cada uno”, lamentó.
Explicó que cada líder criminal habla de una tregua, pero bajo sus condiciones.
“No lo sueltan (el control territorial), dicen que les ha costado vidas y trabajo dizque ganárselos. Ambicionan dinero, poder y territorios”, señaló.
Hizo un llamado a las autoridades para que busquen ser parte de un acuerdo: “Creemos que el gobierno tiene la solución y queremos también que no se corrompa, puede mediar, porque tiene los medios, recursos y poder”.
Admitió que les preocupa que la violencia aumente durante las próximas elecciones.
El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel confirmó que se reunió con líderes criminales, pero “no quieren ceder en los territorios.
“No se dejan ayudar ni sugerir, pero creo que se puede solucionar con más diálogo y con buena voluntad del gobierno y de ellos”.
Remarcó que uno de los principales problemas para pacificar Guerrero es la intermediación del gobierno federal.
“(La delincuencia) quisiera acercar(se) a las autoridades de Guerrero o nacionales, eso yo espero, algún intermediario que me diga que están dispuestos”, dijo a MILENIO Televisión.
Detalló que en el estado hay unos 40 grupos criminales: “se están invadiendo unos a otros. Lo primero es repartir el territorio, llegar a un acuerdo y respetar a civiles.
“Al menos tres de estos actores me lo han dicho: ‘ya estamos cansados, queremos la paz’; ellos mismos quieren que haya orden”, apuntó.
Sobre estos diálogos, la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, apuntó que “todo lo que pueda traer paz vale la pena”.
Funcionaria deja el cargo
Luego de que la gobernadora Evelyn Salgado solicitara resultados en torno a los crímenes contra choferes del transporte público, la titular de la Fiscalía de Guerrero,Sandra Luz Valdovinos, solicitó licencia al Congreso local para separarse del cargo por seis meses.
Valdovinos informó que pidió una licencia temporal “para separarme del cargo por seis meses sin goce de sueldo, para atender asuntos de carácter personal y familiar que requieren de mi atención”. Zipacná Torres, vicefiscal de Investigación de la dependencia, estará a cargo del despacho.
Continúan los asesinatos
El chofer de una urvan en el municipio de Iguala fue asesinado a balazos por sujetos armados cuando circulaba en el centro de dicha ciudad, lo que también dejó a una pasajera herida de gravedad.
Los agresores dejaron una cartulina con un mensaje de amenaza firmado por un grupo delictivo.
Además, el líder de un sitio de taxis en Iguala fue asesinado por un grupo de hombres armados.
Mientras que en Acapulco la ola de violencia dejó cuatro víctimas, entre ellas dos policías municipales, todos en hechos diferentes.
Imagen portada: Especial | MILENIO