Por Félix Cortés Camarillo
Para ser claros, si quienes leen estas líneas tienen interés en el destino de México, y por tanto escuchan o ven a Lopitos en las transmisiones de lo que nombramos la mañanera, como yo lo hago con frecuencia, tengo una sugerencia básica. Brínquese este texto. Les estoy ahorrándoles dos horas quince minutos. Y olvídenlo.
¿A qué voy?
Al hecho sorpresivo de que el presidente López, quien está a punto de dejar su encargo, nunca dio una entrevista a periodista alguno, nacional o extranjero. Su comunicación fue permanentemente un soliloquio matutino, una prédica, sin cuestiones, dejando fuera a todos los demás, excepcionalmente cuando venía de Miami Jorge Ramos a ponerlo en ridículo. Nunca hubo una entrevista que los franceses llaman tête-à-tête con nadie.
Lopitos rompió el cerco hace un par de días, y dio una entrevista exclusiva, one-in-one con la señora Inna Afinogenova de un canal ruso, en Palacio Nacional.
La señora Afinogenova, de 35 años de edad, nació en la república de Dagestán, cercana a Turquía, y entonces parte de la Unión Soviética; se formó en la universidad Lomonosov de Moscú ya en el régimen de Putin. Se especializó en periodismo y nuestra lengua, que domina a la perfección gracias a sus clases en Buenos Aires, hace años. Dirige desde el año pasado –dicen– el canal R(e)D, en internet desde España. Su historia muestra que ha sido importante ejecutiva de lo que en México vemos en televisión restringida como RT. Traduciendo: Russian Television, parte del complejo Russia Today y Sputnik. Un aparato de propaganda política universal de la renovada Rusia Imperial de Vladimir Putin, en el que se incluye el Canal R(e)D, desde España, en donde se puede ver la entrevista de AMLO con la rusa.
So far, so good, dicen los gringos.
En este asunto, la primera, muy lógica pregunta , la hizo pública mi estimada Azucena Uresti –de todos los afectos presidenciales– expresando el sentir de mis colegas: ¿qué no hay periodista mexicano que tenga el mérito de hacerle por primera vez en un frente a frente a López Obrador las preguntas que millones de mexicanos tenemos?
Bueno, Azucena, en Palacio creen que no.
La de los rusos es una entrevista a modo; por encargo. El presidente López se mantuvo en sus quince. Enumero rápidamente lo que es constante en su sermón mañanero y que le recitó a la rusa:
- Una mentira repetida mil veces, se hace verdad. No se mordió la lengua.
- Desaparecí al Estado Mayor Presidencial; a mí me cuida el pueblo. Je je.
- No me importan las mentadas; Manuelita ya está en el Cielo.
- Hay tres tipos de democracia: la de los jodidos, que significa comer y sobrevivir; la de la clase media, que quiere seguridad y servicios…
- El mayor valor de Rusia son sus escritores: Gogol, Tolstoi, Dostoievski. No se vale la ley del Talión, seríamos todos chimuelos o tuertos.
- El origen de la violencia en México es la corrupción y ya acabamos con ella.
- Madero fracasó porque se quedó sin la base ciudadana.
- Si llueve arriba, salpica abajo, dicen los conservadores; con los programas sociales, cuando la milpa da bien, alcanza hasta los pájaros.
- Así por el estilo.
Agradézcanme por ahorrarles dos horas de aburrición.
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): En Rusia hay una mujer, Liudmila Navalnyova, que como si fuera mexicana anda rondando de oficina en oficina para que le entreguen el cuerpo de su hijo Alexei Navalny, muerto en una cárcel de Siberia. Sin duda asesinado por órdenes de Vladimir Putin porque el tal Alexei era el principal opositor político de Putin y por eso fue mandado a la Siberia del archipiélago todos los opositores al régimen
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