En el contexto de la donación de sus obras al Fondo de Poetas Mexicanas, de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Coral Bracho (Ciudad de México, 1951) recordó: “Yo no tenía la menor idea de que iba a escribir poesía. Yo iba a ser científica porque me interesaba mucho la mente, había psiquiatría pero tenía que entrar a medicina. Ahora las neurociencias sí son eso y seguramente hubiera estado; publicó MILENIO.
“Entré a psicología pero me di cuenta de que no era por ahí, que era mucho más lo que yo quería averiguar. Entonces llegué a un coro de la escuela de música también casi por un azar. Un coro absolutamente maravilloso que se consideró el mejor de México en esos años y participé en una cantidad de conciertos maravillosos, deslumbrantes, conmovedores, y me abrió la posibilidad del arte como para dedicarme a él”.
La poeta dijo que por causas del destino dejó de cantar en el coro y “decidí escribir poesía y empecé así, no por una necesidad de escribir poesía sino por una curiosidad, y me di cuenta de que, en mi caso, el hecho de escribir poesía se relacionaba con ese aliento de cantar y eso me mantuvo escribiendo”.
La Universidad del Claustro creó en 2023 este fondo con el objetivo de difundir el trabajo de poetas vivas nacidas en los siglos XX y XXI.
Lo personal y lo cotidiano
Fiel a costumbre, antes de contestar cualquier pregunta, Coral Bracho decidió leer fragmentos de varios poemas suyos:
“Como un oleaje en el fulgor del aire, la música entraba en ti, ráfagas de ríos levísimos se extendían en tu cuerpo y tus brazos y tus pies se encendían en su calma brotante, su movimiento. ¡Qué hermoso! exclamaste de pronto y sin mirar, sin entender, te volviste hacia aquel oscuro y ya implacable silencio”, unas palabras que provocaron aplausos. Eran textos de la antología Poesía reunida (1977-2023) de Ediciones ERA.
La ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023 habló también de sor Juana Inés de la Cruz: “Por supuesto que la admiro, la respeto y la disfruto muchísimo como lectora de su poesía desde hace mucho años, y formar parte de esta biblioteca es un honor y tengo un profundo agradecimiento”.
Bracho comentó que los poemas nacen de distintas maneras, como “Debe ser un malentendido”, sobre el Alzheimer que padecía su madre.
“El libro sobre el Alzheimer no iba a ser un libro, nunca escribo pensando en libros, siempre escribo poemas y luego los reúno, y en este caso menos. Yo pasaba mucho tiempo con mi mamá y escribí poemas de distintas situaciones relacionados con eso. Algunos era describir exactamente qué decía o qué pasaba; otros, cómo me imaginaba yo que podía sentir esa situación. Entonces califiqué de distinta manera los poemas; eran intuiciones mías de cómo vivió ella todo esto, y otros poemas eran simplemente reproducir exactamente lo que ella decía. De pronto me di cuenta de que tenía mucho (material) sobre mi mamá y pensé que debía de armar un libro sobre todo eso”.
La poeta comentó que su trabajo también tiene que ver con lo que pasa en el mundo y problemas sociales.
“Cuando comencé a escribir no imaginaba que iba a hacerlo de muchas cosas sobre los problemas sociales y políticos, como un poema que se llama “Pizzería”, en el que escribí que los mexicanos nunca piden pizza con jitomate porque ellos trabajan en la recolección”. En un fragmento, ese poema dice: “Casi todos los que trabajan en los plantíos de jitomate son mexicanos; y casi todos prefieren la pizza blanca”.
Coral Bracho entregó su obra al Fondo de Poetas Mexicanas de la Universidad del Claustro de Sor Juana en la Ciudad de México:https://t.co/Y8FcRFFC4a
— Ediciones Era (@edicionesera) February 28, 2024
El objetivo
El Fondo de Poetas Mexicanas fue inaugurado en 2023 por Elsa Cross y desde entonces ha recibido las colecciones de más de 10 autoras, como Carmen Villoro, Sara Uribe, Rocío Cerón, Cristina Rascón y Maricela Guerrero.
Algunas obras que donó Bracho son Cuarto de hotel (2023), Si ríe el emperador (2023), Poesía reunida. 1977-2023 (2023), Huellas de luz. Poesía 1977-1992 (2023), Ese espacio, ese jardín (2023), Poesía reunida. 1977-2018 (2019), Debe ser un malentendido (2018), Zarpa el circo (2015), Marfa, Texas (2015), Huellas de luz (2012), Ese espacio, ese jardín (2012), Si ríe el emperador (2010), Cuarto de hotel (2007), ¿A dónde fue el ciempiés? (2007) y La voluntad del ámbar (1998).
En 2024 se integrarán los acervos de autoras como Jeanette Clariond, Karen Villeda, Pura López Colomé, Blanca Luz Pulido, Olga Gutiérrez, Amaranta Caballero y Silvia Eugenia Castillero.
Sobre el Fondo de Poetas Mexicanas del Claustro, Rocío Cerón, coordinadora de la cátedra Elsa Cross, comentó: “Se integran poetas vivas porque normalmente los fondos son desde la obra de sor Juana para acá. Lo interesante con esto es que todas han venido a traer sus libros y hacen estas lecturas de honor. Vamos a tener aquí unos libreros donde estarán todos los fondos y estarán alimentándose también con los libros que van saliendo, entonces estarán siempre vivos para que los lectores vengan a escucharlas, a verlas y tengan una relación con la poesía también viva”.
Imagen portada: Araceli López | MILENIO
