Por Obed Campos
Para que le mida usted el agua a los camotes…
A las 00:00 horas de hoy se dio el disparo de salida de las elecciones que históricamente serán las más grandes que se hayan vivido en México.
Sacando cuentas, son un total de 19 mil cargos de elección popular los que están en juego para la llamada “fiesta cívica” del 1 de junio, entre presidencias municipales, diputaciones locales, sindicaturas y regidurías.
(Lo de llamarle “fiesta cívica” a mi nunca me lo ha parecido, primero porque restringen el chupe y segundo, porque qué habría que festejarse).
Hasta 95 millones de mexicanos pueden salir a emitir su voto, para elegir gobernadores, senadores, diputados locales y federales y a la primer mujer que ocupará la Presidencia de México, más alcaldes y otros cargos menores.
Los estados de Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán elegirán a sus respectivos gobernantes.
Pero como le platicaba, el Proceso Electoral 2023-2024 será reconocido como el más grande que ha tenido la nación, y se celebrarán elecciones federales y la concurrencia de las 32 entidades federativas.
Hoy da inicio el verdadero show, mezcla de pelea en lodo y lucha libre a dos de tres caídas y sin límite de tiempo que tendrá cautivo a una mayoría del público en las pantallas de TV o en los canales de la Internet.
Obvio, este evento, de ser telenovela de Televisa, podría llamarse “Dos mujeres, un camino”, porque no me vayan a salir con que a Jorge Álvarez Máynez alguien lo conoce fuera de su casa.
Pero los analistas, que no es lo mismo que anolistos, nos piden no perder de vista la importancia fundamental de la apuesta por el Congreso y si el lopezobradorismo logrará conquistarlo.
Esa, señalan, es la verdadera apuesta por la historia futura de la nación que comienza hoy a escribirse.
De la violenta irrupción de la delincuencia para manipular los comicios, podemos hablar luego, que es un tema amplísimo.
¡Y arrancan!