La escasez de agua se ha convertido en uno de los temas más recurrentes para el centro del país: pipas de apoyo, tandeo y días sin que caiga una gota de agua se han convertido en una realidad para muchas personas que habitan en la región en los últimos años; publica MILENIO.
Es por ello que expertos llaman a poner atención a los principales problemas que entorpecen la distribución, uno de ellos es el ‘extravío’ de agua que se registra diariamente, puesto que, mientras alguien padece de escasez, en algún punto de la región se pierde casi la mitad de lo que debería llegar a una ciudad.
El Dr. Fernando J. González Villarreal, ex director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y coautor del informe ‘Perspectivas del Agua en el Valle de México’, explicó a MILENIO que este déficit ha sido detectado desde hace varios años: en los monitoreos, se encontró que sale menos agua de la que se envía.
“Las pérdidas de agua en las redes de distribución del Valle de México se estiman entre el 40 y el 50 por ciento, aunque no se cuenta con información precisa sobre los volúmenes que no llegan a su destino y, por tanto, tampoco del costo económico y social asociado a estas pérdidas”, señala el documento.
Si bien no se cuenta con una cifra de cuántos litros dejan de llegar a la región, sí se tienen bien ubicados los culpables de que haya menos agua de la que debería: fugas y tomas clandestinas, que sumadas alcanzan hasta el 50 por ciento de las pérdidas.
El problema no es nuevo, tan solo en la capital del país se atendieron 11 mil 288 fugas de agua durante el 2023. Al respecto, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), calculó que son alrededor de 12 mil litros por segundo los que se terminan desperdiciando.
¿Por qué se dan las fugas?
La mayor parte de este problema se encuentra a unos cuantos kilómetros bajo tierra, es decir, en las tuberías enterradas.
De acuerdo con lo señalado por el Dr. González Villarreal y sus colegas Eduardo Vázquez Herrera y Jorge Alberto Arriaga Medina, la infraestructura hidráulica ha “sobrepasado su vida útil”. Basta señalar que, actualmente hay tuberías de más de 50 años de antigüedad (incluso hay algunas que fueron colocadas desde el porfiriato) y hasta hoy día no se han reemplazado.
“La infraestructura de agua potable y alcantarillado, y sobre todo las tuberías, presentan malas condiciones físicas debido a la falta de mantenimiento, a que han rebasado su vida útil, a la deficiencia en la calidad de los materiales y procedimientos de instalación de las tomas domiciliarias y a las variaciones de presión en las redes”, señalan.
De ahí que exista un elevado porcentaje de fugas. Por si fuera poco, al desgaste de las tuberías se suman dos puntos más: los hundimientos de suelo y los microsismos, mismos que provocan la ruptura de tubos y problemas en el alcantarillado, lo que obliga a las autoridades a incorporar sistemas de bombeo que incrementan los costos.
El cambio de tuberías es la solución más factible, sin embargo, también conlleva sus retos, por ejemplo, en el caso específico del sistema Cutzamala, desde hace varios años se ha iniciado un programa de sustitución de tuberías ya que presentan altos niveles de corrosión.
Pese a que el proceso se realiza de manera paulatina, obliga a que el sistema deje de operar durante varios días, por lo que se detiene el suministro de agua para diversos puntos del Valle de México.
Otro de los factores a considerar es el costo. Los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autores del informe, calculan que para superar la crisis hídrica que se prevé para los próximos 16 años será necesaria la inversión de al menos 97 mil millones de pesos adicionales a los ya asignados en la actualidad.
De este presupuesto, 40 mil 500 millones de pesos estarían destinados únicamente a la sustitución de tuberías y control de fugas. Este es el rubro al que se le destinaría el mayor monto de llevarse a cabo el proyecto planteado por los académicos de la UNAM en el informe ‘Perspectivas del Agua en el Valle de México’.
El paradero del agua
Como tal no se puede rastrear a dónde va el agua, sin embargo, el Dr. González Villarreal explicó que tiene dos principales destinos, uno más esperanzador que el otro:
“Del agua que se desperdicia en fugas, calculamos que la mitad alimenta a los acuíferos mientras que la otra mitad termina en el desagüe”, comentó a pregunta expresa de este medio.
En este sentido destacó que pese a que una parte llega a los acuíferos (principal fuente de agua del Valle de México), no es suficiente para subsanar la sobreexplotación que experimentan (basta señalar que de ellos se extrae 2.5 veces más agua de la que se recarga de manera natural).
Al respecto el grupo de expertos llama no solo a establecer un programa de reparación y mantenimiento continuo de la red sino también a priorizar la sustitución de tubería en aquellos lugares en los que las fugas se han convertido en una constante.
¿Cómo reportar una fuga de agua?
También conocida como Aguas del Valle de México, la Región Hidrológico Administrativa XIII es un área que abarca partes de tres estados: México, Hidalgo y Tlaxcala, además de las 16 alcaldías de la Ciudad de México (CDMX). Cada región tiene su propio protocolo de atención para fugas y son los siguientes:
Ciudad de México (CDMX)
Para reportar una fuga de agua en la CDMX se necesita:
Llamar a los teléfonos 55 5658 1111 o 55 5654 3210.
Proporcionar la dirección exacta del lugar donde se encuentra la fuga.
Indicar la alcaldía, colonia, calle y las vías entre las que se encuentra.
Proporcionar nombre y número telefónico de quien realizó el reporte.
Una vez reportada la fuga, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) iniciará su protocolo de reparación, mismo que dependerá del tipo de fuga.
Estado de México (Edomex)
En el Estado de México, los encargados de reparar las fugas de agua son los organismos operadores y las oficinas de agua potable de cada municipio, por lo que, para reportar una fuga en la demarcación hay que cumplir con estos requisitos:
Ponerse en contacto con el municipio que corresponda al lugar donde se presenta la fuga.
Tener a la mano la siguiente información:
Nombre completo del solicitante.
Domicilio del solicitante (calle, número, colonia, delegación y código postal).
Ubicación exacta del sitio donde se encuentra la fuga, con referencias (entre qué calles se encuentra).
Teléfono y/o correo electrónico para aclaraciones o notificaciones.
En este link se puede acceder al directorio de organismos operadores y oficinas de agua potable de los 125 municipios del Estado de México.
Tlaxcala
Para reportar una fuga de agua en Tlaxcala, se debe acudir a la Comisión de Agua Potable local, entidad encargada de gestionar el suministro de agua potable y utilizar los siguientes canales de comunicación:
Número telefónico: (52) 246 186 4939 (el número está habilitado para atender de manera permanente los reportes que realiza la ciudadanía sobre fallas en el suministro de agua potable y otros servicios).
WhatsApp: También puedes enviar mensajes al (247) 101-85-52 para reportar incidentes.
Hidalgo
En el caso de que la fuga se presente en territorio hidalguense se pueden seguir estos pasos, (dependiendo de la ubicación específica).
Si la fuga es en Tolcayuca, se puede iniciar el reporte de fuga de agua de manera digital a través del RUTS (Registro Único de Trámites y Servicios).
Primero se ingresa al RUTS.
Seleccionar la opción de “Reporte de Fugas de Agua y Drenaje”.
Proporcionar la información requerida, como la descripción detallada de la fuga y la ubicación exacta.
El tiempo de respuesta es de 3 días hábiles.
En caso de encontrarse en Pachuca, la capital del estado, se puede reportar una fuga de agua de las siguientes maneras:
Llamar al número 771 71 74300 para reportar la fuga o la falta de servicio de agua potable.
Envíar un mensaje al número 771 242 2677 a través de la aplicación móvil para hacer tu reporte, consultar saldo y realizar otros trámites relacionados con el agua.
Imagen portada: Especial | MILENIO
