Diputados de todos los partidos políticos se lanzaron a las campañas electorales al comenzar el año, dejando en segundo plano sus responsabilidades legislativas, al grado que el ausentismo promedio en el actual periodo ordinario ha ido desde 10 por ciento en sesiones semipresenciales hasta 25% en sesiones de carácter presencial; publica MILENIO.
El día con mayor número de faltistas fue el martes 13 de febrero, cuando el tablero electrónico registró 165 inasistencias (33 por ciento del total de 500 diputados), al votar un acuerdo de la Junta de Coordinación Política para sustituir una secretaría de la Mesa Directiva.
Otras votaciones con alto índice de legisladores ausentes fueron la del 12 de marzo, con 146 (29.2 por ciento), y dos más el 27 de febrero, con 137 (27.4%) y 133 (26.6%), respectivamente.
Según las estadísticas oficiales de la Cámara de Diputados, del jueves 8 de febrero al viernes 22 de marzo hubo 94 votaciones en el pleno, con un total de 5 mil 625 faltas.
Con base en dichas cifras, el promedio de inasistencias por votación fue de 60 de 500 diputados.
No obstante, el volumen de legisladores faltistas se duplica en las sesiones presenciales, cuando los representantes populares tienen la obligación de asistir al Palacio de San Lázaro, registrar su asistencia en el salón de sesiones y votar desde su curul.
De acuerdo con la reforma aprobada en octubre de 2023 para incorporar las sesiones semipresenciales al Reglamento de la Cámara de Diputados, la Junta de Coordinación Política acordó para el actual periodo ordinario celebrar sesiones de carácter presencial los martes y en modalidad a distancia los miércoles.
Así, entre febrero y marzo de este año, en paralelo con las campañas electorales anticipadas y oficiales, 83 de las 94 votaciones en el pleno de la Cámara de Diputados han sido vía telemática, con la posibilidad de que los legisladores voten y al mismo tiempo registren asistencia desde sus actos de campaña o cualquier otro lugar del país.
Pese a ello, el total de inasistencias en esa modalidad suma 4 mil 201 en el periodo ordinario, con un promedio de 50.61 por votación (10.12 por ciento), aunque el número de faltistas aumenta dos veces cuando se trata de sesiones presenciales.
En once votaciones de formato presencial entre febrero y marzo, el total de inasistencias sumó mil 424, con un promedio de 129.45, equivalente a 25.89 por ciento.
En campaña, sin licencia
Por acuerdo de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, avalado por el pleno, los integrantes de la 65 Legislatura pueden buscar la reelección o competir por otros cargos sin necesidad de solicitar licencia para separarse del cargo.
Sin embargo, los legisladores deben abstenerse de utilizar recursos públicos del Poder Legislativo, tanto humanos como materiales y económicos, en actos de campaña o con fines proselitistas.
Conforme a dichas disposiciones, los diputados tienen la posibilidad de renunciar por el tiempo que ellos mismos determinen a los apoyos económicos institucionales, con el fin de evitar su comprobación y fiscalización en términos de la legislación electoral.
En ese contexto y hasta el pasado 21 de marzo, 226 de los 500 legisladores renunciaron temporalmente a cerca de 80 mil pesos al mes por los conceptos de Asistencia Legislativa, Atención Ciudadana, Transporte y Hospedaje, así como Tarjeta VíaPass.
Al ausentismo de los diputados en funciones se sumó la desbandada de chapulines que solicitaron licencia para dejar su curul y dedicarse de tiempo completo a sus campañas en busca de nuevas posiciones políticas o de repetir en el cargo tres años más.
Así, la Cámara de Diputados se quedó con 485 de 500 integrantes en vísperas de la Semana Santa, a la espera de que 15 legisladores suplentes se presenten a rendir protesta y ocupen los espacios vacantes.
Según la ruta trazada por el grupo parlamentario de Morena en el Palacio de San Lázaro, la Comisión de Puntos Constitucionales tendría listos hacia mediados de abril los dictámenes de 18 reformas a la Carta Magna propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero.
Aunque Morena y aliados tienen la mayoría en comisión para aprobar los proyectos, la asistencia de sus legisladores es clave para ganar las votaciones y eventualmente llevar la discusión al pleno, donde se requieren dos terceras partes para avalar cualquier cambio constitucional.
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