Justo su empresa Berkshire Hathaway -conglomerado industrial dueña de empresas como Geico, Dairy Queen y Duracell- logró alcanzar el 23 de febrero pasado su valor de mercado más grande en la historia y está por volver a romper esa marca.
No se puede contar la historia de Wall Street sin mencionar a uno de los hombres que supo interpretarla y convertirse con ella en uno de los empresarios más importantes en la historia de la humanidad, Warren Edward Buffett; reportó MILENIO.
Justo su empresa Berkshire Hathaway -conglomerado industrial dueña de firmas como Geico, Dairy Queen y Duracell, aunque también es operador de paquetes accionarios en Apple, Bank Of America y The Coca Cola Company- logró alcanzar el 23 de febrero pasado su valor de mercado más grande en la historia.
Incluso está a punto de volver a lograrlo en los siguientes días, pues debido a la dinámica de recuperación de la economía global y su presencia en gran parte de la mayoría de las empresas que cotizan en la bolsa de Nueva York, está llevando a este corporativo a tener rendimientos récord, lo que para muchos hace de Warren Buffet el MVP (sigla de Most Value Player) de los negocios.
“Queremos ser propietarios de la totalidad o de una parte de las empresas que disfruten de una buena economía que sea fundamental y duradera. Dentro del capitalismo, algunas empresas prosperaron durante mucho tiempo, mientras que otras resultaron ser sumideros. Es más difícil de lo que imagina predecir quiénes serán los ganadores y los perdedores. Y aquellos que dicen que saben la respuesta suelen engañarse a sí mismos o ser vendedores de engaños”, expresó Buffett en una carta a inversionistas el pasado 24 de febrero, justo cuando su empresa valía casi un billón de dólares.
Actualmente Berkshire Hathaway tiene un valor de mercado de 901 mil 490 millones de dólares, colocándose como la octava firma más valiosa del mundo, superando a compañías como Eli Lilly, JP Morgan, Tesla, Walmart, Visa, entre otras. Te recomendamos:
El camino
Nació el 30 de agosto de 1930 en Omaha, Nebraska; justo fue parte de ese grupo de niños que tuvo que sobrevivir a los estragos de la gran depresión económica de 1929 de Estados Unidos.
De acuerdo con un blog publicado en BBVA, comenzó a realizar diversas acciones emprendedoras, como vender chicles, refrescos, hasta repartir periódicos donde llegó a ganar 175 dólares al mes.
Las primeras acciones que compró, fue a la edad de 11 años, después de estudiar las cotizaciones diarias de la bolsa, estas las compró a un precio de 38 por acción, esperó que estas subieran a 40 dólares y las vendió.
Sin embargo es en ese momento cuando aprendió una lección muy importante en su vida empresarial: “tener paciencia suficiente para obtener resultados extraordinarios”, ya que pocos años después alcanzaron un precio de 200 dólares.
El éxito que estaba teniendo en los negocios lo hizo dudar sobre seguir sus estudios universitarios; sin embargo, su padre insistió en que tuviera una carrera, misma que realizó en la Universidad de Chicago.
En 1956, con 26 años, tras cerrar la compañía en la que se encontraba trabajando, decidió emprender su propia firma que sería Buffett Associates.
Fueron 105 mil 100 dólares lo que se tenía por parte de siete socios, entre los que se encontraban familiares y amigos, 100 dólares solamente eran de él.
Para 1962, la compañía ya administraba 7.2 millones de dólares y creció hasta tener 90 socios de todo el país. En 1967 compró la mayor parte de la empresa textil Berkshire Hathaway.
Para 1965 se hizo con la mayoría de la empresa, de acuerdo con información de Rankia, durante este tiempo mantenía el negocio textil, pero después de dos años expandió la empresa a los sectores de seguros y otras inversiones hasta dejar el negocio textil y expandirse enormemente en distintos sectores, formando la holding global que es actualmente.
Filosofía
El empresario es ejemplo para muchos corredores de bolsa y ejecutivos que quieren emprender en el mundo de los negocios, pero una frase que siempre menciona al respecto es “se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla. Si piensas en eso, harás las cosas de manera diferente”.
También otras de sus célebres menciones en medios destaca la importancia de pensar; informó MILENIO.
“Insisto en dedicar mucho tiempo, casi todos los días, a simplemente sentarme y pensar. Esto es muy poco común en los negocios estadounidenses. Leo y pienso. Por eso leo y pienso más, y tomó decisiones menos impulsivas que la mayoría de las personas en los negocios. Lo hago porque me gusta este tipo de vida”, expuso.