Por Félix Cortés Camarillo
Un decir soez de los mexicanos afirma que en toda familia hay inevitablemente un cura o monja, un homosexual o lesbiana y un borrachín. Que lo averigüe Vargas. Lo que sí nos costa, y acabamos de presenciar documento de ello, que tenemos muy bien instituido el delito de posesión de pariente incómodo y que la política mexicana acude cuando puede a denigrar a los adversarios por las debilidades de sus familiares.
Sucede que el hijo de Xóchitl Gálvez, llamado Juan Pablo Sánchez Gálvez, se puso hace un año más o menos hasta las chanclas y se puso bravucón en ese grado de embriaguez con los cadeneros de algún antro al que no le permitieron entrar. Les gritó de putos y pendejos repetidamente y no los agarró a patadas porque difícilmente podía mantener la vertical. Cinco minutos de florido lenguaje y amenazas en el más puro estilo de “¿sabes con quién te estás metiendo?”.
La ingesta de bebidas embriagantes no está prohibida en nuestro país; más bien en ningún lado. En realidad, se induce a su consumo por todos los medios posibles. Siempre y cuando no se limite las integridad y derechos de terceros. La intención de quienes rescataron el video y lo hicieron público tuvieron la genial ocurrencia de dañar a la candidata de oposición Gálvez por el delito de portación de pariente incómodo. Como si los errores de nuestros hijos, hermanos, padres o primos fuesen transferibles y hereditarios: solamente somos responsables de los actos propios.
Es necesario señalar la reacción casi inmediata de la señora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López quien en su cuenta de Facebook publicó una protesta contra la maniobra obviamente electorera cuyo origen debe ser fácil de detectar. El joven respondió con un mensaje también en video diciéndose arrepentido y avergonzado de su conducta de hace un año. Mencionó que en su momento pidió perdón a los cadeneros del antro en cuestión y que abandonaba su cargo en la campaña electoral de su madre. La misma Xóchitl contestó a la señora Gutiérrez Müller agradeciéndole la actitud y el mensaje. La comunidad de los usuarios de estas redes recibió este desarrollo con una general comprensión y el asunto pasó al olvido.
Lo que no puede pasar al olvido es la marrullería de los genios de las campañas políticas, para los que todo se vale.
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): Los candidatos al puesto que sea en estas elecciones no tienen para dónde hacerse. El principal problema de este país es la inseguridad. El crimen, organizado o no, domina una porción cada vez mayor de nuestro territorio y la autoridad ha tomado muy en serio el slogan presidencial de abrazos no balazos. A la hora de votar lo vamos a tener muy en cuenta.
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