Por Obed Campos
El panorama político en las filas de Morena Nuevo León se encuentra sumido en una tensión palpable donde las acusaciones de favoritismo, corrupción y manipulación de candidaturas han desatado una tormenta de descontento entre sus simpatizantes y seguidores. Este descontento no es nuevo, pero ha alcanzado un punto crítico que exige una acción inmediata y decidida por parte de los líderes del partido.
Han sobrado las “manos negras”, eso sí.
La reciente denuncia pública en video de Ramiro Alvarado Beltrán y otros destacados miembros de Morena sobre la asignación-venta de candidaturas a personas ajenas al partido ha puesto al descubierto una fractura interna que amenaza con socavar los cimientos de la confianza y la credibilidad del partido de AMLO al menos en Nuevo León.
La llegada del tabasqueño Néstor Núñez como nuevo plenipotenciario de Morena en el estado representa un intento de dar un giro a esta situación, pero el desafío que enfrenta es monumental, porque las acusaciones de venta de candidaturas, en particular la presunta negociación de la alcaldía de García, son extremadamente preocupantes y socavan los principios fundamentales de la democracia y la justicia electoral que tanto cacarean en la capital mexicana.
Si se confirman estas acusaciones, se estaría ante un acto de corrupción que no solo dañaría la reputación del partido de López, sino que también minaría la confianza de la ciudadanía en el sistema político en su conjunto.
Por el bien de la candidatura de la doctora Claudia Sheinbaum en Nuevo León, resulta crucial que se lleve a cabo una investigación exhaustiva e imparcial para esclarecer los hechos y establecer responsabilidades.
La transparencia y la rendición de cuentas son valores fundamentales que deben guiar la actuación de cualquier partido político, especialmente en momentos de crisis como este. Los líderes de Morena en Nuevo León tienen la responsabilidad de demostrar su compromiso con estos principios y tomar medidas concretas para restaurar la integridad del partido.
Además, es necesario que se fortalezcan los mecanismos internos de selección de candidatos para evitar que situaciones como estas se repitan en el futuro. La participación activa de la militancia en la toma de decisiones y la garantía de procesos democráticos y transparentes son esenciales para fortalecer la legitimidad del partido y reconstruir la confianza de la ciudadanía.
En este momento crítico, es imperativo que los líderes de Morena en Nuevo León actúen con determinación y responsabilidad. La unidad interna, la honestidad y el compromiso con los principios democráticos deben ser las piedras angulares sobre las cuales se construya el futuro del partido en la entidad.
Solo así será posible superar esta crisis y recuperar la confianza de aquellos que confiaron en Morena como una verdadera alternativa de cambio y justicia social.
Los candidatos de 45 municipios denuncian con voz en cuello a Viridiana Lorelei Hernández Rivera, quien es delegada en funciones de Presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de Morena de hacer negociazo con la venta de esas “plazas”.
Obvio decir que la situación de Morena partido está muy tensa en la entidad, ya que los simpatizantes y seguidores morenacos originales y originarios acusan los malos hábitos de vendedora estrella de Viridiana Lorelei, personera y amigocha de Minerva Citlalli Hernández Mora, secretaria nacional del partido de López.
Los detractores ponen como ejemplo que vendió la candidatura de la alcaldía de García a un grupo casinero de un tal Raúl Saide, en 15 millones para que con manga ancha pusieran de candidato a Víctor Govea, ex subsecretario de trabajo de Jaime Rodríguez El Bronco.
Y por otro lado, vendieron también las candidaturas del Verde a Luis Guevara, hermano de Carlos Guevara, el chofer que Jaime dejó como alcalde de García y gracias a la mano negra de El Bronco, Viridiana se quedó con todas las fichas partido supuestamente ecologista en Nuevo León y con la ayuda del saltillense Rogelio Hernández, quien era la mano fuerte de Claudia Sheinbaum en el estado y estaba bien parado como presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
El trato le costó 17 millones de pesos al Bronco quien a cambio recibió un sinnúmero de candidaturas en coalición, un total de 15 candidaturas a alcaldías y 4 candidaturas a diputaciones federales, sin tomar en cuenta de que el Partido Verde en Nuevo León apenas llega al 3 por ciento de simpatizantes en el padrón… Y la neta es que no junta ni la nariz del tucán.
La operación se llevó a cabo así, a granel y sin que pese la ideología o el color del partido.
La gran pregunta que especialistas en el tema se hacen es ¿y Héctor Gutiérrez? ¿Ya se hizo a un lado? Aunque hay quien me contó que hizo berrinche porque no le cumplieron en otorgarle su diputación plurinominal y los soltó a andar solitos, y pues, francamente, estos no le saben.
Total que nada claro hasta poco después de media noche en que cierro esta edición aunque me aseguran que allá en la capital, en el War Room de Claudia Sheinbaum se habla de corrupción a la sombra del Cerro de la Silla.
Esta madrugada aún no están definidos los candidatos a alcalde y hoy era el límite. Los más realistas saben que Morena va a perder casi todo el estado, y hasta parece que trabajan para el enemigo el odiado PRIAN.