Por Félix Cortés Camarillo
Tambores de guerra, otra vez.
Sun Tzu (“el maestro Sun”), escribió hace más de 25 siglos, El Arte de la Guerra, el más importante tratado sobre esta actividad cruel que el hombre practica desde siempre, ignorando el principio más importante de su ejercicio: hay que doblegar al enemigo sin necesitar de combate. Con la inteligencia, pues. Poco entienden los estadistas, sobre todo los guerreros, este planteamiento fundamental del sabio chino: “las armas son instrumentos de mala suerte: usarlas por mucho tiempo producirá calamidades”.
Vladimir Putin y Volodomir Zelensky lo están entendiendo cada uno en su bastión, ya se encuentre en el Kremlin o en Kyiv. Al primero lo convencieron que podía hacerse de la mejor parte de Ucrania, la que le faltó de hacer suya en 2014, en una Blitzkrieg de pocas semanas de duración. El segundo pensó que Occidente no iba a permitir ese despojo. En ese estire y afloje llevan 14 meses. A la fecha sabemos de decenas de miles de muertos, mayormente civiles ucranianos, y ocho millones de refugiados, mujeres, niños y viejos, en la diáspora europea. Y el apoyo de Occidente no acaba de llegar, mientras Irán, que es evidentemente maquiladora de drones bélicos, sigue surtiéndoselos al Zarputin.
Benjamin Netanyaju, en Israel, también pensó que la afrenta que la guerrilla de Hamas le hizo a su ejército, y especialmente a sus sistemas de espionaje, podía ser remediada de manera ejemplar en poco tiempo. Hamas había tomado docenas de rehenes israelíes, que en su mayoría hoy siguen en la franja de Gaza, y el gobernante de Israel estaba convencido de que liberarlos y castigar al grupo rebelde era pan comido. Comenzó en octubre del año pasado su despiadada guerra, y no tiene para cuando.
Hace unos días, el consulado de Irán en Damasco fue objeto de un bombardeo israelí. “En defensa propia” –dice el gobierno de Irán- lanzó una ofensiva de cientos de cohetes y otro tanto de drones con explosivos a dos mil kilómetros de su territorio, sobre Israel. El sistema norteamericano de defensa antiaérea prestado le permitió frenar a la inmensa mayoría de estos artefactos antes del impacto. Dice Israel. Irán afirma que el ataque había logrado su objetivo y que ahí muere. Pero Nethanyaju ha obtenido permiso para lanzar una ofensiva de represalia sobre Teherán.
Así es esto, mi querido maestro Sun.
No puedo asegurar que el maestro Sun haya escrito que no se debe pelear al mismo tiempo con dos enemigos distintos, pero debió haberlo hecho. Si tienes una pistola, no puedes matar a dos. Lo que él deja muy claro es que una administración sabia de los recursos esenciales, armas y alimentos, son la base de una buena guerra. Si es que hay algo parecido a una buena guerra. Israel está en este momento en dos guerras, que como el chorrito se pueden hacer grandes o chiquitas. Nunca buenas si no las ganas.
Nuevamente el Medio Oriente está en ausencia de paz, que es una forma elegante de llamar a la guerra. Una vez más, Estados Unidos da palabra de apoyo a Israel, pero no hará, dice, operaciones militares en contra de Irán. Otra vez los que somos solamente mirones, pero eventualmente seremos víctimas colaterales, no sabemos a quién creerle.
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): Buen alumno del presidente López, Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea, propagandista con beca del cuatrote y su segundo piso se defiende como gato boca arriba: todas las denuncias de inmoralidades y corruptelas de él y su corte cuando estuvo en el poder judicial, no son más que politiquerías y ataques de los resentidos en contra de Lopitos. Bueno, ya van de salida.
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