Por José Jaime Ruiz
El lawfare demuestra que comprar a los jueces es más barato que ganar una elección… si y sólo si mantiene de su lado la coacción física que puede llamarse Guardia Nacional, Ejército o Policía Ministerial. Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos (quien fue su coordinador de campaña en Nuevo León), no pueden estar en desacuerdo con su líder, Xóchitl Gálvez, cuando expresa en un post que “El Presidente @lopezobrador_ vuelve a intervenir en el proceso electoral, utilizando todo el aparato del Estado, para cuestionar las resoluciones de la autoridad electoral. Él sabe que sí metió las manos. Vaya cinismo de utilizar sus redes oficiales para intentar quitarse la responsabilidad. La venganza será el rasgo con el que quedará marcado para la historia este gobierno autoritario”.
Los tribunales electorales concluyen que existió “coacción del voto” por las reiteradas expresiones de Andrés Manuel López Obrador acerca del proceso electoral. Es un exceso de los tribunales porque el voto no se puede coaccionar verbalmente. Imposible demostrarlo, sería como preguntar a los casi 36 millones de ciudadanos que votaron por Claudia Sheinbaum si se sintieron o fueron “coaccionados” por las palabras presidenciales. De la “coacción verbal” a la coacción física hay un abismo. La política se basa en la coacción física, en el uso de la fuerza. Y fue lo que sucedió en Monterrey con el abuso de los agentes ministeriales a favor de la candidatura de Adrián de la Garza y en perjuicio de Movimiento Ciudadano y Mariana Rodríguez Cantú.
La Policía Ministerial de Adrián de la Garza es a las elecciones lo que las palomas son a las estatuas (para recurrir a un dicho conocido de la filosofía): no son agentes de paz sino de manchas. Para que los tribunales electorales de Nuevo León o de la región puedan emitir una solución al conflicto postelectoral acerca de la equidad o no equidad de las elecciones regias, hay un requisito fundamental: la geolocalización de las patrullas ministeriales en el día de la elección, el Día D. ¿Dónde estaban ese domingo las patrullas y qué estaban haciendo los policías ministeriales?
Hay antecedentes del uso de la coacción física de los agentes ministeriales por el PRIAN en Nuevo León. Dos casos: cuando quisieron dar un golpe de Estado al gobierno de Samuel Alejandro García Sepúlveda, tomado el Congreso local para que José Arturo Salinas o Luis Enrique Orozco rindieran protesta y, otro, el despliegue de agentes y patrullas para “proteger” el cierre electoral de Xóchitl Gálvez y Adrián de la Garza en la Arena Monterrey. De ambos casos hay suficientes documentos gráficos publicados en la prensa regia.
Xóchitl Gálvez hasta ahora sostiene la narrativa de que hay que anular las elecciones presidenciales por la “coacción al voto” por las expresiones del presidente durante el proceso. Las urnas derrotaron ese relato, por eso ahora se refugian en atacar la mal llamada sobrerrepresentación en las cámaras. A nivel federal no hay argumentos válidos para anular la elección. A nivel Monterrey, sí los hay. ¿En qué casillas regias se encontraban el 2 de junio las patrullas ministeriales y los agentes qué travesuras y excesos electorales hicieron?
Es menester resolver las anteriores dudas esenciales para resolver el conflicto postelectoral de Monterrey. La Fiscalía de Nuevo León argumenta que esos datos son confidenciales y es imposible proporcionarlos, lo cual lleva al sospechosismo porque, al menos de que escondan su coacción física, la transparencia debiera imponerse, es decir, hacer cada vez más públicos los actos de los servidores públicos. O, parafraseando el dicho popular, quien nada debe, nada teme… o a Xóchitl: Adrián sí sabe que metió las manos.
La única manera de que el PRIAN recupere la gubernatura del estado es impulsar a Adrián de la Garza desde la alcaldía de Monterrey para las elecciones del 2027. El compromiso político entre Claudia Sheinbaum y Samuel García borrará esa posibilidad. Ya destacan varios actores de Morena para esas fechas electorales, Clara Luz Flores, Waldo Fernández y Andrés Mijes (a la dupla de Tatiana Clouthier-Mauricio Cantú se le ve como un par de traidores al promover a Adrián de la Garza). Para resolver composición o conflicto, los inmediatistas deberían revisar el diseño político-electoral del gobernador Samuel García quien en 2030 sí estará en la boleta presidencial.
