Un libro de poemas, novelas inconclusas y un documental sobre José Agustín (1944-2024) son tan solo algunos proyectos que sus hijos buscan consolidar alrededor del escritor y periodista; informa MILENIO.
“Queremos hacer un documental y espero que sea posible, obviamente es una empresa muy complicada, pero creo que la vida de mi padre, un personaje súper interesante, y su obra merece ser revisitada”, cuenta a MILENIO José Agustín Ramírez, hijo del escritor.
Tino dice que en el estudio de su padre hay un montón de papeles, un par de novelas y muchas libretas escritas a mano, entre otras cosas.
“Hay obras inconclusas, cuentos y poemas. Mi padre nunca se atrevió a expresar su faceta de poeta, pero escribió cientos a mi mamá y estamos viendo que se haga un librito de todo lo que dejó inconcluso o que quedó tirado en el piso. Ya le he dicho a mi hermano el editor (Andrés Ramírez) que hay que sacar todo, así como si fuera Jimi Hendrix o Kurt Cobain, porque la gente lo disfrutaría”.
José Agustín dejó de escribir tras caer de un escenario en el Teatro de la Ciudad de Puebla. “Ya no escribió nada después del accidente en 2009 y nos perdimos, quizá, de su última madurez y de lo que habría escrito como autor consagrado. Pero tenía esas novelas que empezaban muy bien, se sentían muy potentes y, sí, seguro que se publicarán porque no se puede desperdiciar nada, pero ya veremos”, añade.
A contracorriente
Para Ramírez, la obra de su padre se ha revalorado a raíz de su muerte el pasado enero, sin embargo, falta mucho más.
“Se lee y se le celebra mucho con lo que se ha hecho, pero José Agustín es un autor complejo, hacen falta muchos conocimientos y una mente muy abierta, expansiva y futurista para entender toda su obra. Creo que si él fuera europeo, gringo o de algún país primermundista sería mucho más valorado”.
Opina que su padre luchó a contracorriente muchos años, pues cada vez que publicaba un libro recibía muchos ataques. “Incluso se decía de que él no sabía escribir pero era falso, mi padre podría haber escrito de una forma más académica si hubiese querido y era un escritor súper serio que leyó todas las obras de la literatura universal, pero él quería hacer una diferencia, quería crear un estilo que rompiera con todo”.
El escritor sufrió de amnesia tras el accidente y se refugió en casa con su familia. “Si bien leía periódicos y todo, quizá se escapó de muchas cosas terribles que hemos estado viviendo en México y el mundo. No sé, tal vez fue parte de su premio por tanto trabajo y por preocuparse tanto por este país durante tantos años y lograr ser una voz de su generación”, comenta su hijo.
Para José Agustín Ramírez es un deber que su familia siga reviviendo la obra del escritor.
“Yo, Andrés y Jesús tenemos que seguir manteniendo viva la fogata del jefe, y se le extraña. Pienso que se acabará publicando cualquier cosa que consideremos que esté legible, al cabo que mi padre ya no está aquí para defenderse de que publiquemos su poesía o yo qué sé. Espero que allá en el cielo se enoje y discuta todo esto con Gabriel García Márquez, quien fue muy amigo suyo, por cierto”.
Rockero de corazón
En mayo de 1968 apareció el libro La nueva música clásica de José Agustín, quizá el primero dedicado al rock en México. En 1985 escribió la segunda versión con sus reflexiones acerca de la dimensión artística del género.
¿Cómo pudo conocer tanto del rock en tiempos en que había poca información, los discos eran inconseguibles en México y no existían los buscadores de internet? Su hijo revela el secreto:
“Sí, debió ser una cosa insólita que él pudiera realizar ese librito. Él tenía a mi abuelo, que era piloto aviador y le traía los discos y revistas porque viajaba muy seguido al extranejero, y mi padre tenía su radio de onda corta donde alcanzaba a escuchar la música de Estados Unidos. Entendía perfectamente quiénes eran los autores, buscaba información, hacía sus propias listas y definía lo que él consideraba el mejor rock. Fue cuando él ya se sintió suficientemente armado para armar un pequeño ensayo de rock. Algunos piensan que definitivamente en México es el primer texto que se escribe sobre música de este tipo y se adelanta como el primer crítico de rock”.
La nueva música clásica es un libro poco conocido y tal vez el menos editado.
“Mi jefe apostó por esta idea de que el rock sería algo muy longevo y muy exitoso que llegaría mucho más lejos de lo que parecía. Él escribió la plaqueta del libro en 1968, y ya era bastante insólito que él tuviera tantos conocimientos de rock. Después retomó el tema y volvió a sacar en 1985 el libro llamado La nueva música clásica. Para entonces, él ya se sentía mucho más seguro como escritor, se incluyó como personaje de la contracultura y agregó algo de autobiografía a sus artículos de rock”.
El libro tuvo esa primera versión en 1968, en el auge de la década dorada del rock, y la segunda en 1985. La versión actual cuenta con un prólogo de Alberto Blanco y un texto de José Agustín Ramírez.
Sobreviviendo a la represión
José Agustín publicó La tumba en 1966; poco después se editó La nueva música clásica. “Él hace este libro muy precozmente, pero era lo que más le motivaba en la vida, la música, junto a la literatura y el cine. Realmente es insólito, es un cambio de rumbo, porque La tumba es bastante más existencialista, un poco más dark y La nueva música clásica vino a ser para él, creo, un renacimiento expresar estos gustos sobre una música tan libre y tan rebelde con causa, diría él.
“Pero si no tenías la colección de José Agustín pues era imposible seguirle el hilo y entender todo lo que él estaba platicando, pero ahora, tenemos la internet y ya cualquier cosa que él mencionó se puede rastrear, se puede buscar y ver en Youtube. Esto hace el libro mucho más interactivo y rico, y ahora sí se puede hacer la exploración que mi padre proponía a sus lectores. Todos los que amamos la música encontraremos aquí un paseo muy divertido por las pasiones musicales de mi padre”.
José Agustín era rockero y su hijo cuenta que le tocó la represión dura, incluso, no se atrevió a ir al festival de Avándaro en 1971 “porque acababa de salir de la cárcel estaba muy apanicado, él sentía que seguro había apañón. A partir de ahí hubo una represión durísima de modo que casi logran terminar con todo el movimiento de rock si no es por muchos aferrados y los hoyos funkies.
“Después llegaron los conciertos masivos, mi padre fue a ver a los Rolling Stones o Pink Floyd pero él era un poco más recluido, ermitaño, por eso se vino a vivir acá (Cuautla), pero siempre fue rockero de corazón y para él toda la buena música tenía algo que ver con el rock, para él, todo era rock”.
La presentación de La nueva música clásica será el 25 de julio a las 18:47 horas (a esa hora dice la invitación) en el Multiforo Cultural Alicia, calle Eligio Ancona 145, Santa María la Ribera, Cuauhtémoc.
Imagen portada: Barry Domínguez / Fotogrammas | MILENIO