Por Carlos Díaz Barriga
Lunes malo, no siempre es un pleonasmo. El de esta semana sí. Viene de la gira de fin de semana, que para él es un tanque de oxígeno, más que un respiro. Es el cargador de la pila que ha de durar los siguientes cinco días. La ocasión de meterse entre la gente para besar y ser besado, para querer y ser querido, para leer en bardas y carteles, ‘Gracias por todo… hasta siempre, Presidente!’; para recordar lo que quiere recordar. Y para olvidarse, aunque sea dos o tres días, de lo que viene cuando menos el lunes, con la semana que le persigue. La otra cara de la moneda, o de la luna.
Por la conferencia mañanera se pasean los otros temas. La primera medalla olímpica de bronce que ha caído para México en París, con tres mexicanas que han dado en el blanco; unos cuatro premiados del Procurador del Consumidor con cartulinotas de colores por no subirle a los precios; también les dan sus aplausos. Largo informe sobre los avances del Tren Maya con el Director General del proyecto y otros exponentes; entre ellos Diego Prieto, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia; y Manuel Bartlett quien con disciplina antidiluviana aguanta las casi tres horas del programa para, “con su venia, Señor Presidente”, ofrecer un discurso de minuto y medio; el más breve en su eterna carrera política. E, informe de Mauricio Vila, gobernador panista, que hizo todo bien y perdió Yucatán en las recientes elecciones: “estamos aquí para platicar del gran momento histórico que está viviendo Yucatán gracias al trabajo coordinado entre el gobierno federal y el gobierno estatal”.
Al mal paso, darle prisa. La Secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez informa seguimiento al caso de Ismael Mayo Zambada y de Joaquín Guzmán López, entregados o detenidos o traicionados o negociados, bajo custodia en Estados Unidos. En resumen, a cualquier pregunta de los reporteros “es parte de la investigación”. El Presidente asegura que no participó el gobierno mexicano “nosotros tenemos la información, eso sí confirmada, de que no intervino el Ejército Mexicano ni la Secretaría de Marina, confirmado; ni la Guardia Nacional… se ha hecho ya una investigación por parte de la fiscalía… se va a saber, antes de que lo diga el corrido, lo vamos a saber”. Sobre la posible incursión de las fuerzas de Estados Unidos para detener a estos dos sujetos “no se descarta, pero no hay pruebas… tengan confianza, que nosotros no vamos a ocultar nada, nada… tengan también la confianza de que nosotros no establecemos relaciones de complicidad con nadie, ni en México ni en el extranjero”. Interesante leer con cuidado, de dónde ve venir la bola ensalivada: “aunque nuestros adversarios hagan campañas con propósitos políticos, ideológicos… quisieran tener autoridades debilitadas, instituciones socavadas, para que ellos sean los que dominen México. No”. Y avisa su reacción con la máxima de Melchor Ocampo: “Me quiebro, pero no me doblo”. Y la remata con la del panameño Omar Torrijos: “El que se aflige se afloja”. Con esas playeras va a jugar el juego. No se puede alargar mucho más. A las 11 aparece ‘el fantasma de Palacio’. Ayotzinapa. Se reúne con los padres del los jóvenes desaparecidos a los que ofreció una respuesta que no aceptan. Le entregan una carta para inconformarse con la misiva que él les dio hace un mes. Salen y se van a ver a Claudia Sheinbaum. Al salir, declaran. Transición. La trasladan a ella confianza y esperanza. Qué ganas de estar en la Costa Chica o en la Montaña de Guerrero. Apenas ayer lo despedían, alegres, con la danza de los diablos.