La tranquilidad de más de un personaje que asumió cargos públicos de relevancia en México se esfumó la tarde del 25 de julio cuando se confirmó que Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López se encontraban bajo resguardo del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en El Paso, Texas; publicó MILENIO.
La detención del cofundador del Cártel de Sinaloa y su ahijado –hijo de su ex socio Joaquín El Chapo Guzmán– cimbró las entrañas del hampa de México pero también las de la política mexicana que durante años han lidiado con los estragos que el crimen organizado ha dejado a su paso.
Una serie de dudas han rodeado la detención de quien había logrado consolidarse como el último capo de la vieja guardia en nunca haber pisado prisión, una suerte que se le terminó después de tres décadas encabezando al Cártel de Sinaloa.
En entrevista con Ángel Hernández para MILENIO, el abogado de Ismael Zambada García, Frank Pérez, aseguró que su representado no se entregó voluntariamente, sino que fue llevado a Estados Unidos en contra de su voluntad como parte de un secuestro orquestado por Joaquín Guzmán López.
No obstante, otras versiones difundidas por periodistas y analistas en temas de narcotráfico apuntan a que El Mayo llevaba años negociando su entrega a la justicia estadounidense, la cual ofrecía hasta 15 millones de dólares de recompensa por información que guiara a su captura.
La comparecencia de ‘El Mayo’ Zambada
Desde su detención y hasta el momento en el que se escribe esta nota, Ismael Zambada García ha comparecido ante el Distrito Oeste de Texas en tres ocasiones, dos de ellas presenciales.
Pese a que el septuagenario capo se presentó ante la corte en una silla de ruedas y con un semblante que refleja su decadente estado de salud, la jueza Anne Berton determinó que no existen condiciones para que el cofundador del Cártel de Sinaloa sea liberado, por lo que le dictó la medida cautelar de prisión preventiva y se le negó el derecho a fianza.
Desde abril de 2012, El Mayo Zambada fue acusado en el Distrito Oeste de Texas por cargos relacionados al narcotráfico, lavado de dinero, secuestro, posesión de armas de fuego y asesinato. No obstante, durante su primera comparecencia ante las autoridades se declaró como no culpable.
Aquella decisión marcó el inicio de una batalla legal que la defensa del capo sinaloense tendrá que librar con la fiscalía en un juicio que podría llevar a su representado a pasar sus últimos años de vida en una prisión de súpermáxima seguridad, tal y como sucedió con su viejo socio y compadre, El Chapo.
Pese a que el panorama luce a todas luces desfavorable para Ismael Zambada García, la jueza Anne Berton dejó una puerta abierta que le permitiría acceder a beneficios judiciales y llevar procesos similares a los que en su momento enfrentaron su propio hijo Vicente Zambada Niebla y otros cabecillas del Cártel de Sinaloa: convertirse en colaborador de la justicia estadounidense.
A través de un acuerdo de culpabilidad, El Mayo Zambada podría proporcionar a las autoridades información relevante de las operaciones, integrantes y líderes de la organización delictiva, pero también de aquellos funcionarios públicos con los que estableció pactos y acuerdos a cambio de protección en México.
Y es que, de acuerdo con la acusación que pesa en su contra en el Distrito Este de Nueva York, el Señor del Sombrero es identificado como un importante corruptor de autoridades del país azteca, una premisa que su propio hijo –El Vicentillo– y su hermano Reynaldo Zambada García confirmaron durante su participación como testigos el juicio que enfrentó El Chapo Guzmán.
‘El Mayo’ Zambada y la corrupción del Cártel de Sinaloa
La imputación fechada el 15 de febrero de 2024 y presentada ante Distrito Este de Nueva York en contra de Ismael Zambada García sostiene que a inicios de los 2000’s El Mayo y Joaquín Guzmán Loera se asociaron para encabezar el Cártel de Sinaloa que terminó por convertirse en la organización narcotraficante más grande del mundo.
Tras años de investigaciones, autoridades estadounidenses determinaron que la estructura del también llamado Cártel del Pacífico está integrada por miles de miembros que se distribuyen de la siguiente forma:
1) Líderes del Cártel de Sinaloa
2) Personal de seguridad
3) Jefes de plaza
4) Transportistas
5) Lavadores de dinero
Ismael Zambada García se ubicaba hasta antes de su aprehensión en la cúpula de la organización delictiva, un puesto en el que se encargaba de tomar las últimas decisiones respecto a las actividades de tráfico de drogas y lavado de dinero del Cártel de Sinaloa, así como de la corrupción a través de la cual compraban protección para preservar su imperio criminal.
“El Cártel de Sinaloa utilizó la corrupción como medio y método para alcanzar los objetivos de su empresa de narcotráfico”, se lee en una de las 27 páginas que comprenden la acusación en contra de Ismael Zambada García en el Distrito Este de Nueva York.
Además de su bajo perfil, de El Mayo Zambada se dice que su capacidad para corromper autoridades y negociar acuerdos le permitió mantenerse prófugo durante décadas, una corrupción que, de acuerdo con las declaraciones de su propio hijo y hermano, llegó hasta los peldaños más altos de la política mexicana.
Las declaraciones de ‘El Vicentillo’ y ‘El Rey’ Zambada
Vicente Zambada Niebla nació en la cuna del Cártel de Sinaloa. Desde sus primeros años de vida su destino estaba escrito: sería el heredero predilecto del imperio criminal de su padre.
Poco a poco, el primogénito de El Mayo aprendió todo sobre el lucrativo negocio. Desde cerrar tratos con traficantes de cocaína en Colombia, hasta negociar la protección del cártel con los más altos mandos militares y del gobierno de México.
Fue el mismo Vicentillo quien durante su comparecencia como testigo en el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán declaró que su padre destinaba aproximadamente un millón de dólares mensuales para pagar sobornos de funcionarios públicos mexicanos.
Reportes del Juicio del Siglo realizados por The New York Times narran cómo el hijo de El Mayo Zambada recordó que en la nómina del Cártel de Sinaloa figuraba un general de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que recibía una cuota mensual de 50 mil dólares. También destacó como colaborador de la organización delictiva a un militar que fue parte de la escolta personal del ex presidente Vicente Fox.
El Vicentillo declaró también haber presenciado las reuniones que su padre sostuvo con altos mandos militares. Entre los nombres destacó el del general Humberto Eduardo Antimo Miranda, quien les informó en una reunión en la Ciudad de México que grupos rivales -como los Beltrán Leyva y los Carrillo- buscaban aniquilarlos.
Uno de los episodios más controversiales narrados por Vicente Zambada Niebla durante el juicio de El Chapo describió una visita que en 1997 realizó al general Roberto Miranda, quien se desempeñó como jefe del Estado Mayor durante el sexenio del presidente Ernesto Zedillo.
El coronel Marco Antonio de León Adams, jefe de Guardias presidenciales del gobierno de Vicente Fox, también figuró como uno de los funcionarios con los que El Vicentillo aseguró haberse reunido en diversas ocasiones en el restaurante El Lago del Bosque de Chapultepec.
Además de altos mandos militares, las influencias de El Mayo Zambada se extendían también a la Policía Ministerial de Sinaloa pues, según su primogénito, el entonces titular Jesús Antonio Aguilar Íñiguez -mejor conocido como Chuy Toño– era un gran amigo de su padre.
La cautela con la que El Mayo Zambada dirigió el Cártel de Sinaloa lo orilló a dejar los asuntos más importantes a tratar en las manos de personas de su plena confianza. Si bien el claro ejemplo fue su primogénito, también su hermano menor, Jesús Reynaldo Zambada García, fue el encargado de negociar muchos de los pactos del Cártel de Sinaloa con altos funcionarios públicos.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2012, El Rey -como es mejor conocido- llegó a un acuerdo de culpabilidad con los fiscales que lo convirtió en uno de los principales testigos del juicio de El Chapo.
En un interrogatorio que el abogado William Púrpura realizó y que fue recuperado por la cadena de noticias BBC, Reynaldo Zambada afirmó haberse reunido en 2007 nada más y nada menos que con Genaro García Luna, quien en aquellos años había asumido el cargo de titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en México.
El hermano de El Mayo afirmó haber entregado a la mano derecha del ex presidente Felipe Calderón un maletín que contenía cinco millones de dólares a cambio de que la dependencia que encabezaba no arrestara a los líderes del Cártel de Sinaloa ni interfiriera con sus actividades del tráfico de drogas.
Otro de los funcionarios públicos que recibieron sobornos según Reynaldo Zambada fue Gabriel Regino, quien fue un alto funcionario de la secretaría de seguridad pública del Distrito Federal entre 2002 y 2006.
Corromper a diversos funcionarios a través de grandes cifras de dinero le permitió a Ismael Zambada García no sólo operar con plena impunidad en México sino también anticipar los operativos que autoridades de los tres niveles de gobierno planeaban para intentar frenar su imperio criminal.
Aunque algunos de los vínculos con autoridades de los tres niveles de gobierno se destaparon con los testimonios de su hermano e hijo, es la voz de El Mayo Zambada la que podría poner en tela de juicio el desempeño y confiabilidad de diversos integrantes de la política mexicana.
Ismael Zambada García tiene hasta el 11 de septiembre para decidir si se declara culpable o, por el contrario, enfrentará el historial de cargos que pesan en su contra no solo en el Distrito Oeste de Texas sino también en Nueva York, Illinois, California y Columbia.
Imagen portada: MILENIO
