Tras recibir un empujón por el pasado lunes negro de las bolsas a escala global, el Banco de México (Banxico) recortó ayer la tasa de interés 25 puntos base, bajando de 11 a 10.75 por ciento, nivel que no se veía hace año y medio. Analistas consultados por MILENIO prevén que es el principio de una serie de bajas, que al cierre de 2024 dejará la tasa de referencia en 10 por ciento.
Esta decisión se da también luego de que el Inegi dio a conocer el alza en la inflación general del mes de julio en 5.57 por ciento interanual; mientras que la subyacente (que elimina la volatilidad y deja entrever el largo plazo), quedó en 4.05 por ciento. El propio Banco de México estimó que la inflación general seguirá al alza, pero la subyacente se mantendrá estable, por lo que “es adecuado reducir el grado de apretamiento monetario”, explicó en un comunicado.
Para los analistas de Valmex, el riesgo de esta decisión “es que la inflación subyacente revierta su trayectoria descendente, en cuyo caso se abre la posibilidad de una pausa en la postura monetaria”.
Esto responderá a que aún con la inflación general subiendo en el precio de alimentos y energéticos, bajará el costo de servicios.
Gabriel Casillas, economista en jefe de el banco inglés Barclays, expuso que el lunes negro en los mercados globales fue un motivante para el cambio en la política monetaria del banco central, adelantándose a la decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
“Esta decisión no hubiera sido hoy, si no hubiera ocurrido lo del pasado lunes, a lo mejor no bajan las tasas por la volatilidad. Entonces, estuvo bien que se diera unos días después”, destacó.
La baja de la tasa fue bien vista por los mercados. El peso cerró la jornada del jueves con una apreciación de 1.65 por ciento, en 18.97 unidades por dólar, según Banxico. Fue la divisa más apreciada del día y tuvo su mejor sesión desde marzo de 2022, por la decisión del banco central.
Arely Medina, del área de análisis económico de Citibanamex, comentó que reducir la tasa de interés este jueves era la “última oportunidad” para ayudar a los mercados e inversiones a mantener su valor ante la volatilidad que se generará en el país en septiembre cuando entre el nuevo Congreso, con mayoría calificada de Morena, y puedan realizar modificaciones a las leyes.
“Si Banxico no comenzaba a recortar en agosto la tasa, no iba a tener espacio para hacerlo después, porque en la junta de gobierno de septiembre probablemente notaría mayor volatilidad en la paridad cambiaría por el ruido político”, expuso.
¿Se van los capitales?
Sobre los augurios de que el recorte de tasa de Banxico ocasionará una posible fuga de capitales, el grupo de análisis de Banorte dijo que “el efecto será muy limitado”, ya que una tasa de 10.75 por ciento sigue siendo atractiva para los inversionistas internacionales.
Gabriela Soni, directora de estrategias de inversión en UBS, señaló que la tasa que ofrece México sigue siendo muy alta y el diferencial con la de EU (de 5 a 5.25 por ciento) permanece elevado.
Ramón de la Rosa, subdirector de análisis económico en Actinver, indicó que la mayor parte del ajuste por la alta venta de divisas en los mercados globales ya se limitó. “Se dio ante la sorpresa del incremento en tasas del Banco de Japón y no por la expectativa de recortes por parte de otros bancos centrales”, agregó.
“Dicho ajuste se dio ante la sorpresa del incremento en tasas por parte del Banco de Japón y no por la expectativa de recortes en tasa por parte de otros bancos centrales.
“En este sentido, gran parte del mercado ya anticipa el ajuste en tasa de hoy por parte del Banco Central y la mayoría tenía contemplado que la tasa se reduciría en algún momento del año. De hecho, el recorte en la tasa y el comunicado de Banxico podrían atraer a inversionistas globales. Estos buscarían asegurar tasas elevadas y aprovechar el ciclo de recortes más adelante”, agregó.
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