Por José Jaime Ruiz
Patético… el ridículo intelectual de personajes impresentables a sí mismos, a su propia historia periodística, literaria y cultural. Ricardo Raphael en Milenio: “Deja de ser relevante si los dichos del Mayo son verdaderos porque con este texto lo que el mafioso hace es despedirse de México dejando una daga clavada en el corazón de la política mexicana”. Para quienes ejercen la especulación como un oficio, “la verdad es irrelevante” (Raymundo Riva Palacio).
El mayor antivalor del neoliberalismo es la especulación; el mismo sentido para el periodismo: especular es desinformar. El gobierno de los Estados Unidos, a través del embajador Ken Salazar, ha dicho que sus agentes y su gente no participaron en el presunto secuestro de Ismael el Mayo Zambada. La realidad es terca y siempre se impone. El tiempo dirá si esta declaración es cierta o falsa.
La defensa legal del Mayo Zambada asegura que le tendieron una trampa en una insólita negociación del astuto delincuente global para solucionar un problema político local. ¿Al viejo lobo de mar lo embaucó un lobezno marítimo? No lo sabemos. Tampoco se puede comprobar si el gobernador de Sinaloa sabía de la reunión de marras con el Mayo y un antiguo colaborador y después adversario político. Los veletas tienen fotos con todo tipo de personajes y una foto jamás comprobará una complicidad delincuencial.
El arte de la prudencia se le da a pocos políticos. Profesional del cálculo, el presidente Andrés Manuel López Obrador prefiere la cautela, sabe que, en la madeja, en la trama, el tiempo y los hilos se enredan y que el apresuramiento declarativo de hoy es boca muerta del pez mañana. Si se quiere ver más allá de lo evidente hay que someter la espada del augurio a la parábola que va desde el punto inicial Tim Golden (ProPublica), Anabel Hernández, Riva Palacio y Peniley Ramírez, hasta la extracción de Ismael Zambada con un denominador común: la DEA. Sin serialidad –como la entendía Arthur Koestler– la sincronicidad es débil. Y, sin embargo, se sabe que especular es desinformar.