La desaparición de los órganos reguladores en materia energética, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), pone en juego el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así lo estimó el economista en Jefe de BBVA, Carlos Serrano; reportó MILENIO.
Actualmente está en discusión una reforma que propone que las funciones de CRE y la CNH sean transferidas a la Secretaría de Energía (Sener) que originalmente tenían dichas funciones, en términos del artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En un webinar organizado por el ITAM, Carlos Serrano aseguró que está desaparición puede tener impactos económicos muy significativos, ya que la autonomía del regulador es importante porque en muchos casos la Cofece, CRE, CNH e IFT como reguladores, juegan un papel de «árbitro», ya que coexisten empresas públicas con privadas.
“Las empresas que invierten en algún sector quieren tener certeza de que las reglas del juego se van a respetar a lo largo del partido y que el árbitro va a ser imparcial, por eso entraron a invertir, en el momento que el árbitro se pone la camiseta de uno de los jugadores, que invariablemente eso va a ocurrir, el árbitro será la misma persona que está con los jugadores, que podría ser la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o Petróleos Mexicanos (Pemex), y en ese momento se deja de tener certidumbre”, resaltó.
Serrano añadió que un efecto negativo mayor, sería eliminar la autonomía de los reguladores, ya que pone en juego la relación comercial con Estados Unidos y el T-MEC, pues dicho acuerdo pide reguladores autónomos.
“Pero más allá de lo que diga el Tratado, empresas de Estados Unidos y Canadá entraron a invertir a México con una serie de reglas, y entre otras, el Tratado dice muy claramente que ningún país puede darle preferencia a ninguna empresa de su propio país, sea pública o privada”, sentenció.
Además, destacó que con el cambio del regulador, dejará de ser imparcial y un claro ejemplo es que, a la CFE se le quiere dar el 54 por ciento del mercado, lo cual va en detrimento de los otros jugadores.
“Eso me parece que tiene un gran impacto económico, no sólo en una menor inversión privada, sino que además México estaría violentando el tratado de comercio con Estados Unidos y Canadá, el cual es el instrumento más potente que tiene el país para crecer y atraer inversiones”, concluyó.
Imagen portada: MILENIO