La crisis presupuestal que actualmente enfrenta el estado de Nuevo León es totalmente del Gobernador Samuel García Sepúlveda, y no de los legisladores del PRI y el PAN como los funcionarios del gabinete estatal y los diputados de la bancada de Movimiento Ciudadano lo quieren aparentar, así lo dijo Carlos de la Fuente Flores.
El coordinador de la bancada del PAN explicó que no enviar un Paquete Fiscal completo como lo marca la Constitución, ha derivado en obras inconclusas, a medias o sin arrancar, que quedaron en el simple anuncio y que han provocado un interminable caos vial, convirtiendo a la ciudad en un enorme estacionamiento.
«También, este capricho ha provocado recortes en los hospitales del sector salud del Estado, con protestas de personal médico y derechohabientes, además de reclamos de alcaldes, ahora sí de todos los partidos políticos, que no han recibido los apoyos comprometidos por el Estado», expuso el legislador.
«Por si esto fuera poco, tampoco han pagado a los transportistas, por lo que no hay camiones suficientes en las calles para trasladar a los usuarios a sus trabajos y hogares, agravando la crisis del transporte urbano que ya lo era por la mala toma de decisiones del Secretario de Movilidad Hernán Villarreal», detalló De la Fuente.
«Qué decir de la inseguridad, que ha regresado los niveles de violencia a los de hace poco más de diez años, porque los delincuentes aprovechan el vacío de autoridad, así como la falta de coordinación y trabajo en equipo que debe regir desde el Ejecutivo del Estado», aseveró.
El líder de los legisladores panistas dijo que gracias a que llegó la tormenta Alberto y llenó las presas del Estado la crisis de agua se solucionó porque estaba en un nivel crítico no sólo por la sequía sino por el pésimo manejo del agua por parte de Agua y Drenaje de Monterrey.
Manifestó que a pesar de eso aún hay todavía colonias que tienen cortes de agua y bajas presiones en las llaves de sus hogares.
«Hoy Nuevo León está en crisis; no hay que negarlo ni justificar la falta de resultados con palabrería como «bronquitas» o «happy problems», basta con que el Gobernador, su equipo y sus diputados salgan a las calles para recibir el reclamo popular y tengan un golpe de realidad, frente a su política superficial en redes sociales», puntualizó.
