Las amenazas se hicieron realidad. El PAN expulsó al jefe de la dinastía Yunes y a su primogénito, tras conceder el voto que la Reforma Judicial necesitaba para pasar en la Cámara de Senadores; aquel que Marko Cortés tachó como “una traición al país”, publica MILENIO.
Los rumores de que Miguel Ángel Yunes Márquez (hijo) sería el “judas de la oposición” encendieron la sesión de la mañana del 10 de septiembre del 2024: gritos de “traidor” y abucheos emanaron de la bancada blanquiazul, mientras el bloque de la cuarta transformación (4T) recibieron entre aplausos al Miguel Ángel Yunes Linares (padre y suplente de Márquez) al pleno del Senado.
“Miguel no ha dicho en qué sentido va su voto (…) Y que quede perfectamente claro, no ha habido ninguna negociación con el gobierno federal”, aseveró el ex gobernador de Veracruz ante la ausencia de su hijo por un presunto malestar en la columna vertebral. Pero el dirigente panista seguía reclamando a la mancuerna por cotizar su voto con la 4T: “Esos opositores férreos, valientes; ahora los veo sometidos e hincados al poder”.
Así, los dos blanquiazules protagonizaron minutos de tensión, críticas y uno que otro llamado de Cortés a Yunes Márquez a la reflexión: “Te pido, Miguel, que te pongas en el lado correcto de la historia”, exclamó desde el atril. A ello Linares contestó: “Estás totalmente equivocado en faltarle el respeto a un ausente. Aquí está su padre, que además ha sido tu amigo”.
La sesión matutina entró en pausa. Y para el comienzo de la vespertina Yunes Márquez se reincorporó, lamentó el “linchamiento público” de su propio partido— al cual acusó de “imposición y juzgamiento”— y confirmó lo que se sospechaba en la opinión pública: “He determinado dar mi voto a favor del dictamen para crear un nuevo modelo de impartición de justicia”.
La condena de Marko Cortés a Yunes
Sin embargo, el voto del joven Yunes Márquez fue sólo la cereza del pastel para que el bloque de la 4T consiguiera la mayoría calificada con la que inicialmente no contaba; siendo uno de esos episodios el que le costó al PRD su (escasa) representación en la Cámara Alta.
El ocaso del PRD en el Senado
La nueva legislatura estaba a días de comenzar. Pese al fracaso por mantener su registro a nivel nacional, el sol azteca consiguió mantenerse a flote en el Congreso por el triunfo de Araceli Saucedo Reyes y José Sabino Herrera Dagdug como senadores por Michoacán y Tabasco, respectivamente.
Pero las especulaciones comenzaron a rondar. Más aún con la declaración de Manuel Velazco en la cual reveló que la 4T tenía un “99.9%” de lograr la mayoría calificada en la Cámara de Senadores, pues el bloque había conseguido sólo 83 de los 86 curules necesarios para dicha encomienda. Y si bien poco después Adán Augusto López desmintió a su homólogo, las sospechas ya estaban en la mesa.
“No debe extrañarnos que los grupos parlamentarios intentemos construir alianzas o acuerdos legislativos”, declaró en conferencia de prensa del 27 de agosto y negó haber negociado algún acuerdo con Saucedo y Sabino. “Nosotros (Morena) actuamos de distinta manera”, insistió.
Probable mayoría calificada para la 4T: Manuel Velasco
Al día siguiente las sospechas se confirmaron. Araceli Saucedo y José Sabino renunciaron a la bancada perredista para integrarse al grupo legislativo guinda: “Le dan la espalda a la militancia del PRD y a las mujeres y hombres que votaron por ellos. Ahora sí entramos de lleno al sendero de la muerte de la democracia mexicana”, condenó el dirigente Jesús Zambrano.
La anexión de la michoacana y el tabasqueño permitió al bloque llegar a los 85 legisladores en el Senado, quedándose a un sólo curul de cumplir la mayoría calificada; el cotizado voto 86 que encontraron en la dinastía Yunes.
La tercera panista
La ‘traición’ de los Yunes les costó su militancia y un sinfín de críticas a la dinastía. Razón por la cual Héctor Yunes Landa, primo-hermano de Linares, se vio orillado a deslindarse de la decisión de sus parientes:
“En ocasiones, los afectos no tienen que ver con las convicciones. Los lazos de sangre no siempre hermanan en la política”, escribió el ex priísta para reafirmar su postura en contra de la Reforma Judicial.
En ocasiones, los afectos no tienen que ver con las convicciones.
— Héctor Yunes Landa (@HectorYunes) September 11, 2024
Los lazos de sangre no siempre hermanan en la política.
Me mantendré como siempre en el camino de la dignidad, la lealtad y el honor. pic.twitter.com/MR8tqeK4Q1
El 11 de septiembre, un día después de la votación, el PAN expulsó a su primo-hermano y su sobrino de la bancada blanquiazul. Pero la ‘lista negra’ tenía un cupo más para la hoy ex legisladora panista que— si bien no cooperó a la construcción de la mayoría calificada en el Senado— apoyó el proyecto desde el primer congreso estatal en avalar la Reforma Judicial.
Se trató de Natividad Díaz Jiménez, quien había sido dirigente del partido en Oaxaca y cuya salida fue promovida por Perla Woolrich, Presidenta del Comité de Oaxaca, al señalarla de “traidora” por dar su voto a favor de la iniciativa.
“No es la representante de una fracción parlamentaria. Ahorita ya, en este momento, si esto es realidad como lo dice Salomón Jara, es una traidora”, aseveró ante la prensa mientras mostraba la pizarra de las votaciones.
Imagen portada: Especial