El destino de Los Chapitos pende de un hilo luego de que el 19 de septiembre fue capturado Mario Alexander El Piyi. El golpe acerca cada vez más a las autoridades a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, líderes de la facción que actualmente libra una guerra contra Ismael Zambada Sicairos, El Mayito Flaco, quien los culpa haber entregado a su padre a los Estados Unidos; informa MILENIO.
Jorge Humberto Figueroa Benítez -alias El 27– y Óscar Noé Medina González –El Panu– coacusados por Estados Unidos con Los Chapitos del tráfico de fentanilo a su país, se ubican en la cúpula del cuerpo de seguridad que opera para los hijos de Joaquín, El Chapo, Guzmán.
Este mismo sábado arreció la violencia en Culiacán a partir de detonaciones de arma de fuego y el presunto incendio de una casa en la colonia Alameda, por lo que fuerzas de seguridad acudieron y los helicópteros artillados sobrevolaron la zona.
Policías locales fueron atacados en la zona de Tres Ríos en un despliegue donde la información extraoficial señalaba el intento de detención precisamente de El 27 y el saldo fueron dos militares heridos y varios civiles detenidos.
Además de operar sus propias redes de tráfico de fentanilo a Estados Unidos, en las últimas semanas a Jorge Humberto Figueroa El 27, se le vinculó directamente con el secuestro de Ismael El Mayo Zambada que llevó a su captura y a la de Joaquín Guzmán López en un aeródromo cercano a El Paso, Texas.
Los últimos lugartenientes prófugos que operan para Los Chapitos aparecen en la acusación de la fiscalia estadunidense ante la corte del Distrito Sur de Nueva York presentada en abril de 2023, donde se identifica a Néstor Isidro Pérez Salas (El Nini), Jorge Humberto Figueroa Benítez (El 27) y Óscar Noé Medina González (El Panu), como los principales jefes de seguridad de los hijos de El Chapo.
No obstante, y tras la captura en noviembre de 2023 de El Nini, dicho aparato sufrió un reacomodo que, incluso, fue narrado por dos de los exponentes más populares de corridos tumbados: Peso Pluma y Tito Doble P.
En marzo, a través de múltiples plataformas musicales, se estrenó el tema La People II, un controversial narcocorrido que, además de relatar la caída de El Nini, también dejó pistas sobre sus sucesores en el organigrama criminal:
“Con la people (gente) ya no se me ve y como ven pues todo bien, los radios siguen tronando al cien, los plebes también, soy el 19 […] a la capital le quitaron un hombre y un buen elemento, ni modo, así es esto. Recuerden y atentos, saben que se pueden abrir esas rejas de acero, 27 y Piyi cuídense el terreno, la familia y a los viejos”.
A El Panu también se le señala de ser el encargado de pagar sobornos a policías municipales así como de coordinar emboscadas militares, comprar armas de fuego y explosivos para la organización delictiva, traficar fentanilo y lavar dinero.
La acusación presentada ante el Distrito Sur de Nueva York lo ubica como una pieza clave del organigrama de Los Chapitos pues, además de garantizar la seguridad de los hermanos Guzmán Salazar, El Panu también se encarga de promover y cuidar la reputación del cártel.
Dentro de los episodios violentos en los que, según agencias de seguridad estadounidenses, El Panu se ha visto involucrado destacan la tortura y asesinato de tres miembros de Los Zetas en un rancho de Iván Archivaldo Guzmán Salazar en 2017.
Los últimos jefes de seguridad de Los Chapitos
De acuerdo con información del Programa de Recompensas por Narcóticos del Departamento de Estado, Óscar Noé Medina González El Panu, figura como un comandante regional de Los Chapitos que tiene a su mando el aparato de seguridad de la organización delictiva.
Dentro de las funciones de El Panu destaca la coordinación de pistoleros y sicarios que son enviados a áreas designadas en México para proteger las operaciones del tráfico de fentanilo y asesinar a miembros de cárteles rivales, demoler negocios que no los apoyen, conquistar territorios en disputa, intimidar civiles y atacar a las fuerzas del orden.
A Óscar Noé Medina González se le vincula con la familia Tapia, un viejo clan que traficó drogas para El Chapo Guzmán y que también se encargó de la seguridad de Ismael Zambada García.
En ese mismo año, El Panu y El Nini llevaron a dos agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) a una ranchería ubicada en Navolato donde fueron interrogados y torturados. Los cuerpos de las víctimas fueron abandonados cerca de un motel en la carretera federal número 15.
En octubre de 2019, durante el intento fallido de las fuerzas armadas por detener a Ovidio Guzmán López, tanto Néstor Isidro Pérez Salas El Nini, como Óscar Noé Medina González El Panu fueron los encargados de comandar personalmente al grupo de pistoleros de Los Chapitos que desató disturbios en Culiacán en el episodio recordado como el culiacanazo.
El largo historial criminal de El Panu se extiende hasta Chihuahua en donde, de acuerdo con la acusación en su contra en el Distrito Sur de Nueva York, estableció una alianza con el brazo armado conocido como los Artistas Asesinos para destruir los negocios que pertenecían a un cártel rival.
Respecto a Jorge Humberto Figueroa Benítez, el Departamento de Estado lo ubicó como supervisor de la seguridad personal de Néstor Isidro Pérez Salas, pero también como uno de los líderes de Los Ninis, el violento brazo armado de Los Chapitos.
El gobierno de Estados Unidos acusa a El 27 o El Perris -como también es conocido- de utilizar la violencia para proteger las actividades criminales del cártel pero también de ser clave en sus operaciones de producción y tráfico de fentanilo.
Un episodio plasmado en la acusación del Distrito Sur de Nueva York relata que El 27 y El Nini experimentaron en diversas ocasiones la fórmula del potente opioide sintético en personas a las que se les había ordenado ejecutar.
Tras la captura y extradición de Néstor Isidro Pérez Salas y la reciente detención de Mario Alexander –El Piyi-, el aparato de seguridad de Los Chapitos se reduce y atrinchera a los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar cuyos pasos son seguidos de cerca ya no solo por autoridades mexicanas y estadounidenses sino también por la gente al servicio de Ismael Zambada Sicairos, El Mayito Flaco.
Imagen portada: Especial / MILENIO