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El consentimiento sexual y el caso Pelicot

Por Natalia Zapiain

Hace dos semanas platicábamos en este espacio sobre la cultura de la violación, esto a raíz del inicio de las audiencias públicas en Francia por el caso de Gisele Pelicot. 

Dentro de las reflexiones finales les compartía que algo que podemos hacer en contra de dicha cultura es difundir la importancia del consentimiento sexual, y ahora me parece aún más urgente hablar al respecto, ya que entorno a este tema han estado girando los alegatos de los acusados.

Al subir al estrado por primera vez, Dominique Pelicot se declaró culpable. Sin embargo, el juicio es también en contra de otros 50 hombres que participaron en las violaciones.

Los abogados de otros de los acusados han decidido usar como estrategia de defensa el sembrar dudas respecto al consentimiento de la víctima. Entre los argumentos que han utilizado, lo que más alarmante me parece es que haya quien alegue que no creían que fuera una violación porque tenían la aprobación del marido.

Esto solo confirma lo que la lucha contra el sistema patriarcal siempre ha señalado: los hombres se sienten con poder sobre las mujeres. En este caso, los hombres que violaron a Giséle no se sienten culpables porque tenían la aprobación de otro hombre, al que perciben con “poder” sobre su esposa.

Eso no es consentimiento.

El consentimiento sexual va más allá del “no es no”, es decir, el consentimiento no se trata de que se exprese lo que no se quiere, sino que debe verse como un sí entusiasta que está de acuerdo con la situación.

Su definición desde la psicología lo señala como la aceptación verbal o no verbal dada libremente por el sentimiento o la voluntad de participar en una actividad sexual. El consentimiento sexual debe ser: libre, afirmativo, reversible y específico.

Libre porque debe ser decidido de manera voluntaria, sin manipulaciones ni presión, en estado de completa lucidez; afirmativo, es decir que se expresa de manera positiva y explícita; reversible, quiere decir que en cualquier momento puede retirarse sin dar explicaciones y sin sufrir consecuencias; y específico porque se otorga para una práctica en concreto, no es una carta libre para cualquier momento o situación.

Si se tiene duda sobre el consentimiento de la otra persona, lo mejor siempre es preguntar directamente para recibir una respuesta de sí o no.

Las actividades sexuales que ocurren ante miedo, culpa o presión representan coerción y eso es una forma de abuso sexual.

Algunos lineamientos rápidos para el consentimiento sexual son:

  • El consentimiento puede retirarse en cualquier momento, aún después de iniciada la actividad sexual.
  • Estar en una relación de pareja NO obliga a nadie a hacer nada, el consentimiento NO debe asumirse por existir una relación.
  • Usar la culpa, intimidación o amenazas para obtener un sí a una propuesta sexual NO es consentimiento.
  • El silencio de una de las partes NO debe asumirse como consentimiento.
  • Estar bajo la influencia del alcohol NO es excusa para no buscar el consentimiento.

Durante una de sus intervenciones en el juicio en esta última semana, Gisele expresó que le parece insultante que pongan en duda el que ella NO dio su consentimiento para lo que hacía su esposo, y entiende que las víctimas de violación no denuncien porque tienen que pasar un examen humillante.

 A pesar de estar pasando por un escrutinio extenuante y de ser duramente cuestionada por los abogados de sus agresores, Gisele ha sabido mantenerse firme y nos sigue dando grandes lecciones sobre lo que tenemos que seguir combatiendo como sociedad para lograr una vida libre de violencia contra las mujeres.

Fuente:

// Con información de SPR

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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