Se oye la voz de una joven nos dice que cerremos los ojos y vayamos a través de varios jardines imaginarios. Un oso nos acompaña en el viaje, su figura es proyectada a los lados del escenario; informó MILENIO.
Cuando abrimos los ojos, una figura humana comienza su ajetreo en el escenario. Se ve nerviosa, su mundo no está en equilibrio.
Así comienza Jardín, espectáculo de danza, música y multimedia que se presentó en la edición 52 del Festival Internacional Cervantino y que reivindica y muestra el talento de Guanajuato a través del trabajo de Cristina Zamora, artista que fusiona la danza experimental con música en vivo (a cargo de… ), objetos sobre el escenario y multimedia.
Al final de la función, la creadora explicó que en cada presentación invita al público a hacer dibujos sobre el escenario, elementos que después forman parte de otras presentaciones; de esta forma va conformando un jardín, que es nada menos que el viaje interior de cada quien.
La transición
En el escenario, la figura humana que apareció al inicio ahora se torna más tranquila, se refleja a través de las máscaras que ahora porta, de música más serena y de imágenes menos estridentes. El diseño de audio está a cargo de Paul León Morales, otro talento guanajuatense, en concreto de la Universidad de Guanajuato, donde es profesor de composición y electroacústica, cualidades que se oyen en el Teatro Cervantes a la par de los movimientos de la protagonista.
En el cambio de escena, un chelista se vuelve parte esencial del espectáculo. Su presencia enmarca una nueva transición de la protagonista a un jardín más apacible. Los dibujos proyectados en escena y fuera de ella dan paso a dos imágenes que empiezan a desdoblarse desde el suelo, pues al inicio de la sesión se encontraban dobladas, arrugadas.
Ahora, con el desarrollo del personaje en su viaje interior, aparecen nítidas. Una de ellas, la más grande, es el oso que vimos al inicio cuya silueta estaba proyectada con luz. Para este momento del espectáculo, se deja ver nítidamente dibujado emergiendo desde el suelo, cuando vuelve a caer, es para mostrar un jardín en plenitud: la protagonista lo sostiene en sus manos, ha encontrado el equilibrio.
Público en escena
Tras los aplausos, Cristina Zamora, la creadora y bailarina, nos invita a hacer el último jardín, uno de los que habló al inicio de la sesión, el final, el que estará itinerando en las siguientes funciones de la puesta en escena.
Niños, jóvenes y adultos suben entonces al escenario, Cristina les ha dejado papel y lápices de colores para que expresen lo que deseen, dibujos que también pueden aparecer en una especie de periódico mural que la compañía deja ver como parte de la escenografía en la parte baja del escenario y entre los que también se ven obras que la compañía ha recopilado en talleres.
Esta es la primera presentación de C de Zarzamora en el Cervantino, sin embargo, su creadora cuenta con más de 18 años de trayectoria profesional. Su compañía se caracteriza por crear atmósferas en escena a la par de la danza.
Hasta hoy, C de Zarzamora ha realizado 12 trabajos audiovisuales de este tipo en los que interactúan danza, objetos, música grabada y en vivo, y videos. También han presentado cinco obras teatrales en varios lugares de la República.
Imagen portada: MILENIO