A través de un bombardeo continúo de mensajes minuto a minuto, las redes sociales y los espacios digitales se convirtieron en el campo favorito de batalla de las campañas de Donald Trump y Kamala Harris para cortejar el crucial voto de los jóvenes Millenials y de la Generación “Z”, tradicionalmente los más apáticos a la hora de votar; informó MILENIO.
Con casi 37 mil anuncios solo a través de Meta, la matriz de Facebook e Instagram, solo en los últimos 100 días, la campaña de Harris ha erogado más de 50 millones de dólares en esa plataforma y otros 31 millones de dólares en el mismo periodo en las 8 mil mensajes en YouTube y Google.
Por comparación la campaña republicana de Trump ha gastado apenas 6 millones de dólares en ms 5 mil anuncios en Meta y 9.3 millones de YouTube y Google, toda vez que ha tendido a favorecer más el uso de la plataforma X, antes Twitter, propiedad de su amigo y porrista Elon Musk, así como de su propia red Truth Social.
Las inversiones sin precedentes en mensajes virtuales de Harris la han ayudado a posicionarse como la clara favorita del decisivo segmento de votantes entre 18 y 29 años de edad: Harris arrasa a Trump con 31 puntos porcentuales de ventaja entre el voto joven.
“La aprobación del trabajo de Harris como vicepresidenta ha mejorado significativamente, y ha aumentado del 32 por ciento en la encuesta de primavera al 44% ahora. Hay fuerte apoyo a las políticas progresistas entre los jóvenes estadunidenses, con un 74% a favor de limitar los precios de los medicamentos recetados y un 59% a favor de una ley nacional para legalizar el aborto”, señaló una reciente encuesta de la Univeridad de Harvard.
Se trata de un viraje de 180 grados en relación con el entusiasmo de los jóvenes votantes con la candidatura de Joe Biden, quien antes de abandonar sus aspiraciones presidenciales sólo tenía una ventaja de 13 puntos porcentuales frente a Trump entre los electores juveniles.
A favor de Harris ha operado su estrategia de enfocar sus críticas a través de redes sociales sobre el llamado Proyecto 2025, un compendio de 900 páginas de ideas de ultraderecha redactado por la conservadora Fundación Heritage por un grupo que incluye a ex funcionarios de la era Trump y del cual ha buscado distanciarse sin éxito el ex presidente.
“La agenda del Proyecto 2025 de Donald Trump es un impuesto nacional a las ventas sobre los productos básicos de uso diario Gasolin, Alimento, Ropa, Medicamentos. Le costaría a una familia típica casi 4 mil dólares al año” señala un mensaje de Harris reproducido miles de veces en Facebook.
Éstas son algunas estrategias que ha seguido Donald Trump y Kamala Harris:
Entre cientos de recomendaciones, el proyecto 2025 propone completar el muro en la frontera con México, prohibir la venta de las píldoras abortivas, ampliar las perforaciones petrolíferas y de gas natural, limitar el derecho a la nacionalidad por nacer en el país, prohibir el aborto, reducir el alcance de Medicare, Medicaid y la Seguridad Social.
Solo un 6 por ciento de los jóvenes entrevistados en el sondeo de Harvard ve favorablemente el Proyecto 2025 en comparación con un 48% que lo ve de manera desfavorable. “Incluso entre los republicanos, encontramos un 14% que lo ve de manera favorable y un 23% desfavorable”, sostiene el sondeo.
Pero en contra de un mayor apoyo juvenil a Harris existe evidencia de que una parte significativa de los jóvenes ha expresado en redes sociales y en protestas callejeras su insatisfacción con el papel de la administración Biden hacia Medio Oriente, toda vez que muchos consideran que no ha hecho lo suficiente para influir en las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu. El impacto de ese fenómeno puede ser más evidente en Michigan, uno de los siete estados claves que alberga a la mayor población musulmana o de origen libanés.
A pesar de ello, Harris no ha alterado su posición en el sentido de que defiende el derecho de Israel a defenderse, aunque está a favor de mayor ayuda humanitaria a los palestinos y de un cese al fuego. El reciente asesinato del líder de Hamas, Yahya Sinwar, fue considerado por la vicepresidenta como una oportunidad para finalmente poner fin a la guerra en Gaza y preparar un escenario donde Hamas no sea la fuerza dominante.
Aunque tradicionalmente la política exterior no ha jugado un papel central en el desenlace de las elecciones, algún evento significativo en la situación de medio oriente Podría tener un efecto en la participación de los jóvenes votantes estadunidenses y, por lo tanto, en el desenlace electoral
Según el Centro de Información sobre las Elecciones (CIRCLE), la participación electoral entre los jóvenes alcanzó niveles récord en 2020, impulsada en gran parte por campañas en redes sociales que incentivaron el registro y la votación.
Este incremento, que debería ser multiplicado el 5 de noviembre, sugiere que las plataformas digitales están logrando su objetivo: hacer que los jóvenes estadounidenses se sientan empoderados y motivados a participar, aunque muchos de ellos desdeñan la política nacional y están más enfocados en cambios a nivel local y comunitario.
Imagen portada: Especial / MILENIO